La parrilla de Telecinco es como la bolsa: los valores suben y bajan según la coyuntura. A medida que el caso Rocío Carrasco ha perdido intensidad, la cadena ha reanudado el bombardeo con la guerra del otro clan rosa por antonomasia: los Pantoja-Rivera. El hijo Kiko hizo estallar el siempre frágil equilibrio familiar a finales de 2020, cuando acusó a su madre de birlar la herencia del padre fallecido, Paquirri. Mediaset se pegó un festín destripando a Isabel Pantoja, mientras acababa de dar forma a la madre de todas las bombas, el testimonio de Rociíto. Un documental que eclipsó las peripecias de la finca Cantora, aunque las hostilidades continuaban. Por resumirlo mucho: madre e hijo no se hablan, Kiko ha vendido su parte del hogar familiar y todo acabará en los tribunales. Los espectadores y fieles a la trama están estos días "de enhorabuena": sobre todo gracias al 'Viva la Vida', que ha hurgado un poco más en el conflicto: desde seguir al tío Agustín mientras hacía la compra en el súper, a conectar en directo con Paquirrín para enviar un mensaje de ánimo a su mujer, Irene Rosales, colaboradora de Emma García. Una Rosales que se estaba pensando, dicen, su continuidad en Mediaset.
Kiko convenció definitivamente a Irene, que seguirá ocupando una silla de tertuliana lon fines de semana. Todo muy emotivo, muy bonito. Excepto, evidentemente, del obligado dardo, pulla o directamente, una paliza a su madre, humillándola una vez más frente a los espectadores. El disc-jockey fue directo a la yugular de la tonadillera, ridiculizando su papel en 'Top Star': el enésimo talent musical de Telecinco, y en el que comparte el jurado con Risto Mejide y la cantante Danna Paola. Si en 'Idol Kids' fue un bluff, el fiasco de este nuevo formado es estrepitoso: detuvieron las emisiones por baja audiencia, y lo recolocaron los sábados por la noche, donde tampoco destaca. Más bien, todo lo contrario: presenta unos números paupérrimos, en torno al 8%. Cifras no asumibles para Vasile, pero con la fortuna que se ha gastado para tener allí a la Pantoja, emitirán incluso las tomas falsas, seguro. Ahora bien, Isabel ya no interesa a la audiencia. Y el hijo se ensaña: "Hostia, es que como el resto de España, no veo el programa. A mí me valen las cosas de verdad, no el postureo". Il capo de Mediaset estará contento, sí.
'Cría cuervos...' Este refrán es el que Isabel Pantoja no se puede quitar de la cabeza.