Kiko Rivera , el hijo de Isabel Pantoja ha sabido reinventarse y aprovechar su fama en distintos ámbitos, convirtiéndose en un nombre imprescindible en todo tipo de celebraciones. Lejos de limitarse a grandes conciertos o eventos exclusivos, Kiko no le dice que no a ningún tipo de actuación. Desde fiestas de pueblo hasta eventos más íntimos como bodas o comuniones, su música y estilo han encontrado su público entre quienes buscan una actuación que combine el entretenimiento con la cercanía de un rostro conocido.
Kiko Rivera ha encontrado una nueva mina de oro en el mundo de los eventos privados. Aunque al principio de su carrera cobraba alrededor de 4.000 euros por actuación, en el verano de 2022 ya había aumentado sus tarifas a 7.500 euros por bolo. Hoy en día, la cifra ha crecido aún más, consolidándose como una de las opciones más demandadas para animar fiestas, bodas, comuniones e incluso bautizos.
Kiko Rivera se forra en eventos privados
Este éxito en el mundo de los eventos privados le ha permitido amasar una importante fortuna. Su agenda está cada vez más llena, y su caché no para de aumentar. Kiko Rivera ha sabido capitalizar su presencia mediática y su nombre de familia, adaptándose a las nuevas demandas del público y logrando mantenerse en lo más alto del panorama musical de eventos en España.
A diferencia de otros artistas que suelen enfocarse en grandes espectáculos, Kiko ha encontrado su nicho de mercado en un sector menos glamuroso pero igualmente lucrativo: el de los eventos familiares y populares. Su éxito en bodas, comuniones y fiestas privadas le ha asegurado un ingreso constante, convirtiéndolo en uno de los artistas más solicitados para este tipo de celebraciones.