Kiko Rivera, conocido por su carrera musical y su vida pública, ha decidido dejar atrás su pasado de excesos y adicciones. En una emotiva publicación en sus redes sociales, el DJ ha compartido su historia personal, revelando cómo su juventud marcada por el éxito y los excesos casi le costó la vida. Desde joven, Kiko tuvo una vida llena de libertad y dinero. Sin embargo, esta libertad también le llevó a caer en malas costumbres, como el consumo de alcohol y drogas, que casi arruinaron su vida tanto a nivel personal como económico. "Empecé a ganar dinero y a entrar en malas costumbres que casi acaban con mi vida, además de arruinarme económicamente", confesó.
A pesar de los desafíos, el hijo de Isabel Pantoja encontró la fuerza para cambiar gracias a su esposa, Irene Rosales, a quien define como su "ángel de la guarda". "Fue ahí donde apareció mi ángel de la guarda, la verdadera culpable de que yo hoy en día siga vivo", escribió Kiko, agradeciendo a Irene por haberle ayudado a convertirse en la persona y padre que es hoy. El camino hacia la recuperación no fue fácil. Kiko Rivera tuvo que enfrentarse a sus adicciones y buscar ayuda profesional. "Dejé atrás la mala vida, el alcohol y las drogas. Inicié tratamiento psicológico tan necesario y comencé a ser más responsable en mi día a día y en mi trabajo", compartió en una publicación junto a un pequeño álbum de fotos.
Kiko cambió su vida y es un hombre diferente
Hoy en día, Kiko es un hombre diferente. Ha dejado atrás su vida de excesos y ha encontrado un equilibrio que le permite disfrutar de su carrera y su familia. "Con eso llegaron los éxitos personales y laborales y, aunque todavía no he podido recuperar todo lo que malgasté económicamente, he ganado mucho más en calidad de vida", reflexionó. También ha decidido ser más abierto sobre su pasado, con la esperanza de que su historia pueda inspirar a otros que estén pasando por situaciones similares.
"A lo mejor no soy una persona que le pueda enseñar a mis hijos qué camino deben elegir en sus vidas, pero lo que sí sé es cuál no deben de escoger", concluyó. Kiko Rivera ha demostrado una gran fortaleza y capacidad de cambio, dejando atrás su pasado de malas costumbres y encontrando un nuevo propósito en la vida. Su historia es un recordatorio de que, con determinación y apoyo, es posible superar cualquier obstáculo y encontrar la felicidad.
El pasado de Kiko Rivera
Durante su adolescencia y juventud, Kiko se vio envuelto en el consumo de alcohol y drogas, lo que afectó gravemente su vida personal y profesional. A pesar de los intentos de su familia y amigos por ayudarle, él continuó en este camino destructivo durante varios años. La situación llegó a un punto crítico cuando tocó fondo y se dio cuenta de que necesitaba cambiar. Fue entonces cuando su esposa, Irene Rosales, jugó un papel crucial en su recuperación. A lo largo de su proceso de recuperación, Kiko Rivera ha sido abierto sobre sus luchas y ha buscado ayuda profesional para superar sus adicciones. Ha dejado atrás la "mala vida" y ha trabajado arduamente para reconstruir su vida y su carrera.