Kim Kardashian, más que una figura pública, se ha convertido en una referencia de la cultura popular. ¿Cómo es que pasó de ser anónima a tener tanta influencia en el mundo contemporáneo? Lo cierto es que su éxito y popularidad se fueron dando paso a paso, gracias a una serie de hechos en los que cada pequeño movimiento la condujo a la fama que tiene en la actualidad. No es casual que haya llegado tan lejos. Sin embargo, sí es curioso saber cómo empezó todo. Algo que seguramente desconocías es que paseaba los perros de Madonna.
Antes de pasar a las anécdotas de Kim Kardashian con Madonna, hay que recordar que hizo varios intentos para cosechar el éxito financiero. Es de sobra conocida su amistad con Paris Hilton, que empezó a ser fotografiada a su lado cuando se abrió camino en el mundo de las celebridades. Paris habría participado en el reality show The Simple Life, en donde Kim llegó a aparecer como su asistente y ocasional estilista. Eran tan cercanas que siempre se les veía juntas en los clubes de moda de Los Ángeles y prácticamente en cada ciudad.
Como decíamos, este fue el inicio de una vertiginosa carrera hacia la fama y el éxito empresarial. Algo que llegó a alcanzar tras concretarse varios factores: su relación con Hilton, el vídeo íntimo filtrado y el reality de Keeping Up With The Kardashians. Lo que no podrías haber sospechado es que, antes de todo esto, la socialité llegó a hacerse cargo de los caninos de la ‘reina del pop’.
El trabajo menos glamuroso de Kim Kardashian gracias a Madonna
Muchas cosas han salido a la luz con la docuserie In Vogue: los años 90 de Disney +, entre ellas, un acontecimiento sin precedentes de Kardashian. Resulta que cuando era pequeña tuvo que hacer varias tareas para ganar algo de dinero. Casualmente, su casa estaba en el mismo vecindario donde vivía Madonna. Así que la intérprete terminó por emplear sus servicios y contratarla para pasear a sus perros. Tendría ocho años y en ese entonces se dedicaba a hacer algo sencillo, pero cero glamuroso: salir con los perros y recoger, lógicamente, sus desechos.
La fundadora de Skims confesó que no hacía este trabajo con pesar, que ella y su hermana Kourtney estaban encantadas. Lo cierto es que la cantante logró convencerlas tras hacerles un regalo muy generoso, o al menos, así lo hizo ver ella. “Un día fui a pasear el perro de Madonna y ella trajo una caja de zapatos y nos la dio a mí y a Kourtney. Abrimos la caja y estaba llena de pulseras de gomas de neón”, decía con gracia.
En ese momento, tener una caja de gomas de neón por parte de la cantante más popular del mundo era una hazaña inmensa. Es por ello que no tardaron mucho en contarlo todo en la escuela y ganar popularidad. Años después, cuál sería la sorpresa de Madonna al descubrir a esa niña representando un papel de estrella y empresaria de alta categoría. Incluso, Kim Kardashian llegó a colaborar con su marca de skincare.