'La Resistencia' de David Broncano es un show imprevisible. Excepto las dos preguntas míticas del espacio sobre el dinero o el sexo, el resto de lo que pasa en el plató del Teatro Arlequín es una incógnita. Y la mayoría de veces, aciertan entreteniendo al público con momentos divertidos y sorprendentes. Una de las últimas muestras de esta habilidad ha tenido lugar en las postrimerías del programa dedicado al escritor Javier Castillo, un auténtico fenómeno editorial con más de 1,5 millones de ejemplares vendidos de sus 5 novelas. El hombre se ha hecho de oro con sus intrigas y thrillers, y quizás por eso Broncano decidió añadir un poco de suspense y tensión para redondear la conversación. La forma, claro está, fue inusual en televisión: hizo pasar por la platea a un perro adiestrado de la policía, especialista en la detección de drogas. Las bromas de los presentadores eran constantes, mientras que entre el público la cosa no tenía tanta gracia. O sí.
"Si pilla a alguien os prometo que le pixelamos la cara. Si alguien lleva alguna droga le pixelamos la cara. He visto a gente ya sacándose cosas de los bolsillos y tirándolas al suelo", decía el colaborador Jorge Ponce, mientras el animal iba de butaca en butaca intentando hacer su trabajo. Y lo completó: se quedó totalmente inmóvil en el asiento de una mujer. "Que le ha caído bien, le ha caído bien", decían. No era así: allí había sustancias, aunque la víctima del gag dejaba claro que "si hay algo no es mío". Efectivamente, el perro había encontrado material, porros: los que habían escondido los responsables del show. Los enseñaron a cámara mientras Broncano se compadecía de la mujer del público: "le ha podido dar un ictus".
Más de un fan de 'La Resistencia' ha retirado ya su solicitud para ir de público a su programa favorito. Una cosa es la devoción por Broncano, otra que te pillen con "el carrito del helado". Por si acaso.