Cuando alguien piensa en la Guerra Civil recuerda el caos, las familias destrozadas y los miles de centenares de personas que murieron por la disputa bélica. El panorama asusta, incluso, a los alumnos que están estudiando historia hoy en día en los institutos de las diferentes provincias catalanas. La morbosidad de conocer la historia ha conducido a muchos cineastas a hacer centenares de películas y series sobre todos los hechos. Algunas de estas han triunfado. Cómo gusta a un determinado público el ruido de las balas en los altavoces de los cines. Sin embargo, más allá de la acción, las intrahistorias de las familias protagonistas siempre son las que triunfan mientras transcurren los hechos. El único problema o solución que tiene el cine, según quien lo mira, es que una historia inventada, si es bien explicada, puede brillar incluso más que una historia real. No obstante, siempre que sale el cartel de "basado en hechos reales" la calidad siempre gana.

Uno de los programas de TV3 que más está triunfando es el Quanta Guerra!. Encabezado por Eloi Vila, llena el ambiente de las casas los domingos por la noche. En él, aparecen grandes celebridades que descubren la historia de sus abuelos y el papel que tuvieron durante la Guerra Civil. Normalmente, aunque parece que los personajes principales sean todos de un ámbito pequeño (famosos catalanes que han aparecido alguna vez a TV3), la historia de sus antepasados es para caer de culo. Si el otro día veíamos sorprendidos en Miki Núñez o a Marta Torné, este fin de semana le ha tocado el turno a Jordi Sánchez. Uno de los actores catalanes con más reconocimiento de Catalunya y España enfrentaba el reto que plantea en cada episodio Eloi Vila a sus invitados: descubrir la vida de las piezas del puzzle que los ha acabado formando.

Entrando en una sala llena de fotografías del Barça. Jordi Sánchez y Eloi Vila se quedan observando un cuadro con una imagen en grande. Cuando el presentador le pregunta al invitado qué ve de especial en la imagen, el actor conoce a Lluís Companys y Josep Sunyol, poco más. Sin embargo, era obvio que no estaban ante aquella imagen de casualidad y es que, por sorpresa, en esta aparece Antoni Sánchez, su abuelo. Con una ojeada, casi inconsciente, lo reconoce porque es lo que más se parece a las fotografías que él ha visto. La razón de estar allí deja boquiabiertos a todos los espectadores. Ni más, ni menos, el abuelo de Jordi Sánchez era un escolta de Lluís Companys. En mayo de 1936 los dos acudieron al palco del campo de las Corts en un partido del Barça.

El trabajo de Eloi Vila y todo su equipo es excepcional en cada episodio. Todos los espectadores no pueden quitar la vista de la pantalla cuando empieza a explicar la vida de los abuelos de los entrevistados. En este caso, nadie se esperaba que el abuelo de Jordi Sánchez hubiera sido el escolta de Lluís Companys. Es que imaginémonos todo lo que supone toda esta historia en la familia Sánchez. Probablemente, tuvieron alguna información privilegiada sobre el presidente de la Generalitat, por no hablar de su vínculo al convivir durante los diferentes actos. Quanta Guerra! supone un antes y un después en la vida de todos sus entrevistados. Poder conocer que hacían los miembros de la familia, con imágenes, en uno de los momentos más duros de la historia de Catalunya es una joya para cualquier catalán. Eloi Vila, una vez más, excelente en su programa en TV3.