La historia de la muerte de Lady Di siempre será presente porque para muchos nunca llegó a cerrarse. La teoría del accidente de tráfico no les sirve. Hace 25 años que murió de forma trágica dejando a todo un país sucumbido en la tristeza. Ahora la serie ‘The Crown’ la pone como protagonista en su quinta temporada. En la sexta tanda, que está a punto de finalizar su rodaje, se graba su fallecimiento.
Netflix no está censurando ninguno de los capítulos clave en la vida de Diana de Gales, y eso molesta al entorno de la casa real británica, que hay muchas cosas que intentó tapar. En el capítulo dos de la actual temporada se recoge el trágico momento en que Lady Di se cayó por las escaleras embarazada de Guillermo.
Los nuevos episodios se sitúan en la década de los 90 y casi arranca con las declaraciones que hizo tambalear la monarquía británica. La serie no recrea el momento, sino que solo muestra como la princesa le explica este suceso entre lágrimas al periodista que escribió sus memorias.
Lady Di estaba celosa de Camilla y reclamó la atención de Carlos III
Para entender esta historia hay que situarse en 1981. Carlos y Diana estaban recién casados, sin embargo la sombra de Camilla Parker Bowles planeaba sobre ellos y no les dejaba ser felices. Lady Di se rompió en mil pedazos. Estaba desesperada. El día de su boda la vio sentada entre los invitados. "Siempre estaba la otra desde el principio. Yo no podia competir, le oía al telefono con ella, ponía una voz que nunca usaba conmigo, tierno, atento y cariñoso. Estando embarazada de Guillermo me tiré por las escaleras de Sandringham”, narra.
Lady Di justificó sus declaraciones. "Estaba tratando de llamar la atención de mi marido, que ni me escuchaba. Le dije a Carlos llorando a moco tendido que estaba desesperada, y me contestó: 'Siempre haces lo mismo. No voy a escucharte. Me voy a montar a caballo”.
Es entonces cuando se precipitó de forma intencionada por las escaleras. Isabel II oyó un fuerte golpe y se apresuró a ver que sucedía. "Estaba absolutamente horrorizada y temblando asustada", decía en esas confesiones. La princesa presentaba serios golpes, pero no hubo que lamentar daños peores. "Yo sabía que no iba a perder el bebé, aunque me golpeé el estómago. Él se marchó", asegura evidenciando la falta de sensibilidad de su marido. Unos meses más tarde, Guillermo llegó al mundo sano y fuerte.
El duque de Edimburgo es la única persona que se acercó a hablar con ella más tarde y le mostró su apoyo, aunque había poco que hacer. "Cuando te veo cometer errores evitables, me dan ganas de recordarte que estoy en tu equipo. Tú entiendes que esto no es una familia, es un sistema y no podemos airear nuestras diferencias porque dañamos el sistema. El consejo que te doy es que seas creativa, rompe las reglas que quieras para encontrar tu felicidad con una condición: debes ser leal a tu marido y a la familia en público”.