La noticia del último de los volantazos que Mediaset da en materia de contenidos pillaba a todo el mundo desprevenido el pasado 20 de noviembre. Día D para anunciar a bombo y platillo el enésimo de los cambios sustanciales para una parrilla que no para de cambiar y cambiar, para luego seguir cambiando y cambiando.
Ya se anticipaba en el inicio de la temporada televisiva, que nada tenía pinta de volver a ser como antes para el grupo cuya gran apuesta siempre ha sido Telecinco. Meses antes, la cadena se cargaba Sálvame, una de sus inconfundibles gallinas de los huevos de oro, con el propósito de dar paso a otra etapa. Una era blanca y sin exceso de incisión en temas truculentos, con la pátina velada de una ideología —indudablemente visible— impregnando las nuevas apuestas.
Ana Rosa Quintana sigue, aunque no en la mañana y con el no demasiado exitoso TardeAR. Remitamos a las cifras de audiencia, simplemente. Sonsoles Ónega la supera prácticamente a diario con su Y ahora Sonsoles en Antena 3. Pero vaya, que tampoco es nada un drama total para la madrileña porque lo tiene todo prácticamente monopolizado. Además de la franja de la tarde, su productora Unicorn Content es responsable de La mirada crítica, Vamos a ver, Fiesta y Cuatro al día, entre otras cosas. En cualquier caso, hay bazas que en Fuencarral no han funcionado a pesar de las ganas de renovarlo todo. Los Cuentos chinos de Jorge Javier Vázquez duraron tan solo diez emisiones, sin ir más lejos. Ahora bien, lo que quizás nadie esperaba es el último de los giros de guion.
Se podía predecir, eso seguro. El cuándo cómo y quién es lo que no estaba tan claro. Pedro Piqueras, uno de los rostros más reconocibles de los servicios informativos de Telecinco, se despedirá voluntariamente de la televisión después de 17 años. Tiene 68 años y ya se vaticinaba que esto llegaría en algún momento, porque demasiado estaba estirando la llegada de una jubilación ansiada y merecida. Hace tan solo un año, el periodista le contaba a Mara Torres en El faro de Cadena SER que le costaba retirarse. "Si me voy un día, que me iré, si no me echan antes, que todo es posible (...). Pero si me fuera, me iría de acuerdo con lo que es la empresa y despacito. Como ha sido mi vida siempre, mantendría una discreción".
Dicho y hecho. Piqueras se va, discreto y tranquilo, y ya tiene sucesor. Se trata de, nada más y nada menos que Carlos Franganillo, al frente de la segunda edición del Telediario de TVE durante los últimos cinco años. Sigue los pasos de David Cantero, que también se marchó de la pública para instalarse en Telecinco, a pesar de que no será hasta finales de año que el cambio se haga efectivo.
Sea como fuere, Franganillo ha querido despedirse de manera presencial de todo el equipo que lo ha acompañado en la corporación con un emotivo discurso que su compañera M.J. Guerola ha difundido en la plataforma X. "Estar en RTVE ha sido un auténtico privilegio y estar con vosotros un lujo. El haber sido la cara, o haber estado poniendo la cara, del trabajo que se hace en esta redacción para mí es realmente un honor inmenso. Y quiero que lo sepáis". Aprovechaba, también, para dejar claro que la decisión no ha estado provocada por desavenencias con la que hasta ahora ha sido su casa. "Si me voy de aquí no es por ninguna pega con RTVE. Al revés, no tengo nada que recriminarle, todo lo contrario. Me han dado, y me habéis dado, más de lo que podía soñar".
Precioso. Para llorar y todo. El momento perfecto para que alguien entone aquello que cantaban los de Melocos. Que cuando me vaya, no caiga una lágrima por mí.