Laia Ferrer es una de las periodistas más queridas por los espectadores de TV3. Tiene talento, es simpática y es tremendamente natural, delante y detrás de cámaras, cosa que se agradece enormemente. La periodista catalana tiene pasión por diferentes cosas, su trabajo, sus hijos, sus amigas o el deporte. A Ferrer la hemos visto últimamente con cara de felicidad y una sonrisa de oreja a oreja, ya sea en la mágica Ibiza al lado de una compañera de cadena como Marta Bosch, o haciendo yoga y Pilates con posturas imposibles colgada boca abajo.
Amiga de sus amigas, constante y trabajadora, optimista hasta decir basta, la excelente comunicadora también tiene, sin embargo, puntos débiles. Como todo el mundo. Y ahora acabamos de saber cuál es uno de los suyos. Ella misma lo ha confesado en un Stories colgado en Instagram. Explica lo que le pasa a menudo cuando sale de TV3 después de una jornada de trabajo. Una escena que se repite día sí día también delante de las puertas de acceso de los estudios de Sant Joan Despí. Porque Ferrer, cuando sale por la puerta y se encuentra en el inmenso parking para los trabajadores de la tele, se pierde de mala manera.
Minutos y minutos dando vueltas y más vueltas buscando su vehículo. "Os voy a explicar un secreto que dice muy poco de mí, pero es la pura realidad". Y la realidad es que nunca recuerda dónde ha aparcado cuando ha llegado a trabajar por la mañana. Diez minutos de reloj buscando su coche, que siempre aparca donde puede, en un sitio diferente. Y claro está, el día que tiene prisa porque ha quedado para cenar, "es un drama".
Laia Ferrer publica a menudo diferentes frases de escritores que a ella le tocan la fibra de manera especial. Una de las que ha publicado recientemente, de Paulo Coelho, dice "Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal"... Seguro que lo piensa de la rutina de encontrar su coche para irse de la tele...