Todo es más bonito cuando el Barça gana. Las calles lo notan, cada vez que el conjunto culé brilla, el ambiente es más festivo. El transporte público se llena de culés con la camiseta del Barça porque, a diferencia de los últimos años, este equipo puede ganarlo todo. La llegada del nuevo entrenador ha supuesto un antes y un después en el rendimiento de cada jugador, pero hay uno que para hablar de él nos tenemos que poner de pie: Lamine Yamal. Sin cumplir la mayoría de edad, el jugador deja de piedra a los culés en cada intervención y, de hecho, cuando algunos lo ven ya recuerdan aquella figura argentina que los llevó de manita a la gloria. El futbolista es magia y despliega fútbol en su máxima expresión.

Ya lo ha demostrado, Lamine Yamal puede jugar contra los mejores jugadores del mundo, pero el que más destacará siempre será él. Los culés tienen una joya dentro de la plantilla y lo mejor de todo es eso, que tan solo tiene 17 años. Es un clamor entre todos los analistas, no hay inicio de carrera más meteórico que el suyo. Más allá de los terrenos de juego, el jugador reboza carisma y, con diferencia, es el futbolista más activo en las redes. Realmente, aparte del verde, lo hemos visto en todas partes: Kings League, programas de entrevistas, spots publicitarios... El futbolista no se quiere perder nada, pero donde lo vemos más desatado es en sus perfiles. Cada vez que vemos el circulito de Lamine en rosa nos lo podemos esperar todo y por Sant Jordi, por ejemplo, sorprendió mordiendo una rosa con Ansu Fati. Eso sí, en uno de los sitios en que más destaca el joven culé es en casa porque es muy familiar.
Su padre, Mounir, es activísimo en las redes y su hermano Keyne encanta, pero con quien acostumbra a tocar la fibra es con Sheila, su madre. Ayer, 23 de abril, un día tan especial para pasar al lado de las personas que más quieres, Lamine Yamal pasó un rato con su madre y nos endulzó con un regalito que le hizo Sheila. Obviamente, lo publicó orgullosísimo en su perfil. Atentos porque es una nota y dice así: "Feliz Sant Jordi mi niño. Te quiero mucho". La cosa no se quedó aquí porque la madre, después de celebrar el día al lado de Keyne disfrutando del ambiente, también recibió su rosa de Lamine Yamal. Así lo publicó también la protagonista. Simplemente, fantástico.



Luciendo el regalo, Lamine le dedicó a su madre una canción de Morad, ya un amigo. Así dice: "Tenía a mi madre siempre a mi lado y es por eso que no me hace falta ni un regalo...". No tenemos ninguna duda, Lamine Yamal es una estrella dentro y fuera del campo. No podemos parar de aplaudirlo. Si cada vez que juega brilla y, además, cuando sale del campo toca la fibra con la familia, el futbolista es el ejemplo total de cualquier pequeño que empieza en el fútbol. Aunque el Barça pueda optar al triplete, el culé tiene el trofeo más importante en casa, el amor de los padres.