Gritos de "¡Viva el rey!, ¡Viva la princesa!, ¡La niña es maravillosa, maravillosa!", ovación de más de un minuto a la familia real, la platea del Palacio de Congresos, de pie... Baño de multitudes del rey y su familia en la entrega de los Premios Princesa de Girona. Que si qué bien lo hizo la niña hablando en catalán, y bla, bla, bla, pero olvidando, los medios unionistas, el rechazo unánime a Felipe en los alrededores del lugar donde se entregaron los premios, y la torpe y vergonzosa censura de la Casa Real borrando con photoshop el lazo amarillo de un matemático catalán premiado.
Sergi Alcázar
elnacional
A Laura Borràs no le verán el mismo servilismo hacia los reyes y las hijas que sí tuvieron los asistentes al acontecimiento. La cabeza de lista de JxCat ya atizó a Felipe por hacer un acto cargado de intencionalidad: "El rey español decidió entrar en la arena política de parte, y el acto es susceptible de ser considerado electoralista". Y ahora ha soltado un comentario cargado de sarcasmo dirigido a su hija Leonor, pintando la cara, de paso, a un monárquico más papista que el Papa, el señor del bigotillo afeitado y la tableta de chocolate. Un José María Aznar que, en la línea de su discípula más aventajada, Cashetana, ha criticado a la activista Greta Thunberg.
Dijo Álvarez de Toledo que "Pocas personas han hecho más daño a la causa del cambio climático que los padres de Greta Thunberg". Y después ha cogido el guante Aznar por criticar a la joven activista medioambiental: "Greta Thunberg debería estar en la escuela". Borràs no ha tardado en responderle:
Pues así, Leonor también. pic.twitter.com/hBm0D3dyI9
— Laura Borràs ���� (@LauraBorras) November 4, 2019
Un sopapo en toda regla.