Hace unos días que la Junta Electoral prohibió decir a TV3 las palabras 'presos políticos'. Tampoco sentó bien que en el FAQS utilizaran el hashtag #prisispilitics. Desde entonces, los telediarios de TVC informan a la audiencia de esta prohibición. La obsesión unionista ha llegado hasta el límite de querer reprimir la manera como se informa. Y hay quien se sulfura especialmente con todo lo que provenga de Sant Joan Despí. El escritor Ramón de España es uno de estos. Desde las páginas de Crónica global ha escrito un artículo de opinión criticando que "El único criterio que impera en TV3 es el político, pues para algo es el principal exponente del agit propnacionalista".
Carga contra los informativos por avisar de que ya no pueden utilizar las palabras prohibidas con unas duras palabras: "El textito obedece a las ganas de quedar bien con los hooligans de la patria que componen la selecta audiencia de la cadena que les pagamos todos los catalanes, queramos o no" y añade que "dichos hooligans también están muy cabreados con Jordi Évole por haber dedicado un Salvados a Colau y Valls ya que, según ellos, se trata de un par de desgraciados que no representan a nadie --o sea, que no son nacionalistas de pata negra-- y la obligación de Évole era montar un debate con candidatos separatistas a la alcaldía de Barcelona".
Hasta aquí todo en orden. Nata nuevo bajo el sol. Las habituales críticas a TV3 y al independentismo. Ahora bien, para justificar que el periodista de Cornellà también se debe a su audiencia, o a sus jefes de La Sexta, lo hace atacando a la candidata al Congreso de JuntsxCat Laura Borràs o al candidato a la alcaldía de Barcelona Ernest Maragall con unos términos lamentables.
"Évole sabe que si organiza un debate entre Laura Borràs y el TeteMaragall, su programa experimenta un incremento preocupante de espectadores que cambian de canal porque se aburren como una ostra --¿y quién no?-- con semejantes muermos". No sólo los tilda así, también se mofa de su manera de hablar: "Borràs no sabe castellano y el Tete farfulla más que habla". De España escribe que en la España fuera de Catalunya hay mucha gente que no conoce a ninguno de los dos políticos mencionados: "Maragall y Borràs ya encontrarán su sitio en TV3 o en BTV, pero en el resto del país son veneno para la taquilla". Tampoco ahorra menosprecio a la hora de referirse a los políticos que sí escogió Évole para su Salvados, especialmente al definir que la elección de Ada Colau vino "porque por lo menos, le suenan a todo el mundo por ser la primera alcaldesa bisexual del universo". Este es el nivel.