Laura Escanes es una vieja conocida del panorama mediático. Tiene 27 años, pero saltó a la fama con 19, cuando se convirtió en pareja de Risto Mejide. Después se casarían, tendrían una hija y, hace poco más de un año, anunciaban que se separaban. Paralelamente a su actividad sentimental y familiar, desarrolló una carrera de éxito en el mundo de las influencers, su principal ocupación. Le va bastante bien, eso es indiscutible. Tanto que le han surgido nuevas propuestas laborales, una de ellas sorprendente: convertirse en presentadora de televisión. Hacerle la competencia a su ex, y además, en TV3. En la televisión pública catalana y hablando en catalán. El idioma que no ha olvidado, pero que ha reducido a la mínima expresión, como sus antiguos ideales. Escanes es la conductora de 'La Travessa', un reality de aventuras de la nueva plataforma audiovisual 3cat, y que genera división de opiniones. También polémica. Y desde el primer día.
'La Travessa' es un producto que puede resultar atractivo para el espectador. La factura, la competición, el entorno. Todo suma. Estos elementos son los más valorados por la audiencia; cosa que, desgraciadamente para ella, no pasa cuando toca juzgar el trabajo de la del Maresme. No convence, aunque su peso sea testimonial. Está muy verde, lleva una 'L' como de autoescuela pegada en la espalda. La vida es aprendizaje y no dudamos que pueda mejorar, pero la impresión es que si no fuera Laura Escanes, no tuviera la historia que tiene ni los 1,9 millones de followers que luce en redes, quizás no habría recibido el encargo ni pasado el casting. Ahora bien, en TV3 son de otra opinión, y quieren hacer de ella su nexo de unión con nuevas generaciones de televidentes. Ensanchar la familia. Si la estrategia funcionará o no, solo lo dirá el tiempo... y las campanadas que presentará con Miki Núñez este 31 de diciembre. Una pareja sorprensa, a más de uno le ha dado un parraque al enterarse.
El reto es mayúsculo: pasará de un programa grabado en diferentes días a un directo puro y duro, poca broma. Además, hay una losa como es la cuota estratosférica que marcaron, sin ir más lejos, el año pasado: 39,2%, casi un millón de espectadores, siguieron la retransmisión de la mano de Miki y Mariona Escoda, presentador y ganadora de 'Eufòria' respectivamente, desde las Fuentes de Montjuïc en Barcelona. Fue lo más visto en Catalunya y el tercer programa del género en todo el Estado. Un éxito abrumador. Núñez y Escoda eran una pareja amable, como de la casa. Cosa que no estamos nada seguros de que pase con Escanes. La sensación es que se la considera como un elemento extraña. Metido con calzador.
Prueba de eso son las reacciones demoledoras que encontramos al anuncio. Alguna de ellas, corrosiva: "¿Lo hará en castellano?" La relación oxidada y triste de Escanes con el catalán, una de tantas estrellas virtuales que discriminan la lengua por eso "de llegar a más gente", será examinada con lupa por los que decidan entrar en 2024 con TV3. ¿Cuántos serán? Ah, la pregunta del millón. Si es por inercia, que no sufran. Si es por el ambiente en redes sociales, puede ser que todavía estén a tiempo de repensárselo. Pero da la impresión que no será así. Ha nacido una estrella en TV3. Veremos si es una supernova o se instala para siempre en el firmamento.