Lo que es la vida: Laura Escanes no tiene pareja, mientras que su ex Risto Mejide, que ha roto dos y tres veces con Natalia Almarcha, piensa en volver a casarse. Los papeles se han intercambiado y de qué manera: este fin de semana se ha confirmado que la catalana ha roto con Álvaro de Luna, el cantante con quien salía desde hace un año. Se suponía que la relación era fuerte y pasional, pero hace semanas que tomaron la decisión más drástica. No era la primera vez: en verano hubo crisis y separación durante un mes. Lo solucionaron, pero ahora no tiene remedio. Cada uno por su lado, y hale.
Las fuentes que sostienen la información afirman que la relación de los dos ex es buena, cordial y basada en el afecto. Ojalá. La música nos suena: cuando Laura y Risto se separaron, todo era civilizado, sereno, de buen rollo. La realidad no era tan bonita, ni mucho menos. Entre ellos había, como mínimo, dardos y pullas. Nunca han entrado en una guerra directa, especialmente por el bien de su hija Roma. Pero Escanes ha ido dejando unas cuantas perlas, incluso filtrando que el presentador tenía novia secreta, cosa que era verdad y se acabó sabiendo al cabo de pocos días. Veremos si entre Laura y Álvaro la sintonía es real o también hay algún gatito en el estómago. De momento él la ha dejado de seguir en redes. Parece menor, pero resulta que Laura vive de este universo virtual. Es como si la catalana dejara mañana los discos de Álvaro en el contenedor de basura, a la vista de todo el mundo. No sería el gesto más pacífico del mundo, ¿verdad? Pues con Instagram pasa una cosa parecida.
Quedaba por saber cómo había reaccionado Laura. Digamos que no está tristísima, o si lo está lo disimula bien. Es cierto que durante las últimas semanas había dejado un rastro de mensajes más bien melancólicos, que podían hacer pensar que estaba abatida. Sea como sea, ha superado el luto. De hecho, ha celebrado el adiós, con tatuaje, fiesta y visita al cine. La fiesta, la de la influencer Marta Díaz, que acaba de cumplir años. Allí mismo se hizo un tatuaje del que todavía no hemos visto el resultado. Se lo pasó bien, con ganas de reír, de bailar. De divertirse. Cosa de la que nos alegramos, claro que sí.
Eso fue el sábado por la noche, cuando todavía no había reventado el caso. El domingo, sin embargo, con todo el pitote en ebullición, Escanes se expresaba. De manera discreta y sin dramas: con un corazón gigante en su página de difusión, y presentándose en un cine para ver el preestreno de su gran proyecto laboral: presentadora de televisión. La plataforma audiovisual de TV3, 3Cat, ya es una realidad, y el reality de aventuras 'La Travessa' es una de sus apuestas. La del Maresme, que todavía escribe en castellano para promocionar el espacio, se estrena como conductora: sufrió bastante durante el rodaje (ella, pero también el equipo, hubo mal rollo), pero pasado los meses y con el formato a punto, había ganas del resultado. No sabemos cómo se ha visto, no ha dicho nada. El público ya puede descubrirlo online y emitir su juicio.