La guerra de las campanadas de Fin de Año parece tener ganadores: TV3. A falta de los datos de audiencia, que, al fin y al cabo, es lo que más importa en las cúpulas de las cadenas de televisión, la medalla de oro de la elegancia es para la pareja formada por Miki Núñez y Laura Escanes. La influencer catalana se estrenaba en este subgénero, dejando un buen regusto entre los espectadores. Bueno, no a todo el mundo, claro: la brecha generacional es imponente y espectacular, como el vestido de la firma Ze García con el que goleó a Cristina Pedroche. Pero como debut, ni tan mal.
Escanes es la gran apuesta de TV3 para conectar con el público más joven y sumarlos a la audiencia de la Corporació. Con el reality de aventuras 'La Travessa' empezaba a dar sus primeros pasos en la casa, pero la retransmisión de la bienvenida a 2024 era la prueba de fuego definitiva. Y la ha superado. Por frescura y por una elección de vestuario sofisticado. Su vestido de tul bordado con tonalidades champán no decepcionó, con transparencias y una clara referencia al modernismo catalán. Si este era el objetivo, el de la moda, lo han clavado. Bravo.
Con respecto al contenido, las opiniones son mucho más diversas. El público joven ha quedado satisfecho, a menudo entusiasmado. La desenvoltura de la pareja los ha convencido. Ahora, lo que no ha sido tan celebrado por los más mayorcitos ha sido el guion, considerado pobre y anodino. En todo caso, innovar en un formato como este es una tarea realmente complicada e incluso utópica. Vale más ir sobre seguro que arriesgarse a perpetrar un fail que se recuerde durante 365 días más, como mínimo. Sea como sea, Núñez y Escanes trataron de sorprender con algunos pasajes. El más directo, contundente y controvertido, el de pedir a 2024 "más sexo". Ella, evidentemente, ni con Risto ni con Álvaro de Luna. Quizás nos equivquemos, pero esto sí que no se había oído nunca por TV3. Y mira que hemos visto campanadas.
Las redes han echado humo durante la retransmisión y a lo largo de la primera madrugada del año. El intercambio de opiniones ha sido incesante, con estas dos vertientes bien marcadas. Un festival de elogios y zascas que recuerdan más a una competición deportiva que a otra cosa. Repasamos algunas de ellas, antes de subrayar un hecho: el catalán de Laura Escanes mejora por momentos. Cuando menos, no parece tan oxidado como hace unos meses. EN Blau también se moja: apostamos a que Laura volverá en 2025... siempre que Atresmedia no saque la billetera. Que podría ser.