La plataforma audiovisual de TV3 ya está en marcha, y el programa 'La Travessa' presentando por Laura Escanes es uno de sus reclamos más llamtivos. El estreno de la influencer del Maresme, exmujer de Risto Mejide, no ha estado chupado. La producción de este reality de aventuras, de esta carrera en parejas por los Pirineos, la ha hecho sudar, sufrir e incluso llorar. El ambiente laboral no era ni mucho menos el mejor; tampoco fueron bien recibidas las exigencias de la productora en establecimientos y servicios de las zonas que visitaban, y además está la cuestión del idioma, siempre espinosa. El catalán. Escanes mantiene una relación complicada, fuente de polémicas en uno u otro sentido.

Escanes, exindependentista hasta que se casó con el exciudadaner Risto, ha reducido el uso de su lengua materna a la mínima expresión. Solo lo utiliza de manera habitual con su hija Roma e, imaginamos, con su familia. En redes sociales, sin embargo, ni rastro. Ya saben, eso de “para llegar a más gente” y bla, bla, bla. Una genuflexión en toda regla, y que incluso ha mantenido mientras hacía promoción del programa para la tele pública. Laura solo habla y escribe en castellano, de hecho se nota que tiene el catalán oxidado. ¿Pero qué pasa? Que sus incondicionales se han acostumbrado y no conciben que les hable en otro idioma. Especialmente en la lengua del demonio antiespañol. Ha sido ver los primeros capítulos de 'La Travessa' y empezar a zurrarla de manera paleta y vomitiva.

Laura Escanes en 'La Travessa' / TV3

El catálogo de sandeces monolingües que están dedicando a la estrella virtual reconvertida en conductora televisiva es imponente. Pero no así sus argumentos, ni mucho menos. La parroquia cavernaria es bastante limitadita, no les pediremos grandes proezas. Echando una ojeada se darán cuenta de que hay cierta similitud entre los ataques, es como si tuvieran telepatía. Cosas de la intolerancia españolista, que es el mejor pegamento de una España tan miserable como ellos. Como actúan como criaturas maleducadas, les daremos su minutito de gloria antes de dejarlos volver al vertedero, donde se revuelcan contentos en su inmundicia. Va, una serie: “Ya está la independentista con lo de aprender catalán”, “ningún interés ni ningún hambre de aprender catalán, suerte”, “no tengo ningún interés en aprender catalá. ¿Me sirve para ir por el mundo? No, ¿verdad?, pues no me interesa”. Bien, un recordatorio a este último usuario: para ir por el mundo primero tendría que poder dar dos pasos sin relajar su sistema digestivo, no sé si nos explicamos.

Más maravillas de españita que leemos en los perfiles de Laura Escanes y de 3Cat: “Ufff, ni loca. Estamos de los catalanes hasta el último moño”,estamos en España, no necesitamos aprender catalán. ¡Viva España!”, “espérate que con la amnistía nos hacen aprender catalán”, “estamos ya un poquito cansados de tanto catalán. Hasta en la sopa, ¡pesados!”, “¿no puedes publicar en español?”, “no lo veré y el catalán lo aprendes tú”. Hay que decir que hemos sometido todos estos mensajes a una intensa corrección ortográfica, porque los patriotas siempre pecan de lo mismo: no tienen ni idea de su propio idioma. Son maltratadores de lenguas: de la del vecino, pero también de la suya. Se nota que han salido mucho de viaje, claro que sí. Hale, a tomar viento.