Laura Escanes parece hecha un lío. La influencer catalana y presentadora en TV3 está enviando una serie de mensajes inquietantes, en términos de chismorreo puro y duro. Su ruptura con el cantante Álvaro de Luna había entrado en un terreno áspero, duro, con cruce de bofetadas. Cualquier posibilidad de alcanzar ni siquiera una cordialidad futura parecía imposible. Pero como en cuestiones amorosas no hay manual de instrucciones definitivo, su historia parece empezar a ejecutar un giro copernicano. Parece haberse contagiado de su otro ex, Risto Mejide, que juega a vete-a-saber-qué con Natalia Almarcha. Quizás nos estamos haciendo ilusiones, pero no descartamos una operación de reconquista por parte de Laura.

Hace unos días parecía volver a cerrar las puertas para siempre: "Quiero improvisar un viaje. Ya. Mañana. Lanzarme al vacío. Confiar a ciegas. Que no me dé miedo equivocarme. Sonreír por lo inesperado. Y por ahora me conformo con eso. Y ya me parece mucho". Es decir, romper cadenas del pasado y abrirse a nuevos pretendientes. Hace unas horas, sin embargo, todo estaba más borroso en el horizonte: se hace este selfie en un ascensor, en la que se le ve, especialmente, una mano y sus tatuajes. ¿El más importante? El que recuerda a Álvaro, "Todo contigo", como el título de su canción más famosa. Se ve raro, sin embargo; como si hubiera rozado la superficie para intentar quitarlo. Debe ser un efecto óptico. No así el hecho de que Escanes lo enseñe a menudo últimamente. Que no lo esconde. Que no lo borra. Críptico, pero da qué pensar.

Laura Escanes / Instagram

Hace dos semanas Escanes hacía publicidad de su nueva manicura, coincidente con el día de los enamorados. 'Black aura', un degradado en negro y gris azulado, muy representativo de su estado de ánimo. También allí veíamos la inscripción sobre De Luna, mucho más nítida. Siempre en primer plano. Es muy cierto que ocultarlo no es fácil por su localización, pero en peores plazas ha toreado Laura. Con Mejide, padre de su única hija y decepción amorosa sin paliativos, sí que ha tomado decisiones más drásticas, como eliminarlo. Explicó que "nunca me he arrepentido de los tatuajes porque son algo que en un momento sentí importante para mí", pero que había cosas que ahora no se haría. "Como consejo: ni nombres ni firmas. Todo lo demás me parece estupendo, ya sea de novios, amigos, familia o viajes". Bueno, quizás las citas musicales también se queden fuera de la lista.

Con Risto se hizo unos cuantos tatuajes. El primero de la lista en pasar por el láser fue la firma del presentador en el culo. Lo hicieron cuando todavía eran pareja, y ella muy joven. Más tarde vendría un 'Mía', el título de un poema escrito por su marido en su honor, y una última letra, la 'J', en recuerdo de Julio, el hijo de Mejide con Ruth Jiménez. Con Álvaro los vínculos han sido menos duraderos pero mucho más apasionados. La brasa todavía arde. De Luna no se ha marchado del todo. Sigue en la piel.

Laura Escanes y Risto Mejide / Movistar+
Laura Escanes y Álvaro de Luna / Instagram