Último viernes de agosto, o lo que es lo mismo: la vuelta a la normalidad está a la vuleta de la esquina para millones de trabajadores. En el caso de los medios de comunicación, es momento de presentar las novedades de cara al nuevo curso y de afinar programas y secciones diversas. Hablaremos de la radio, un ámbito en el que lidera de forma abrumadora RAC1, doblando en oyentes a Catalunya Ràdio. El cuerpo a cuerpo, por llamarlo de alguna manera, presenta una distancia sideral, especialmente con respecto a los programas más escuchados: según el EGM de julio, Jordi Basté y 'El món a RAC1' le saca 315.000 fieles a 'El matí de Catalunya Ràdio', conducido por Laura Rosel. No es que lo mire por el retrovisor, es que necesita unos buenos prismáticos. Sin embargo, ni unos ni otros están dispuestos a tirar la toalla. Y se renuevan con nuevos colaboradores muy llamativos.
El primer golpe de efecto lo ha asestado Basté, anunciando el fichaje de Pablo Iglesias como participante de la tertulia política del programa. El ex de Podemos está cambiando de vida y, a partir de septiembre, trabajará bastante en Catalunya. No está claro (o no quiere aclarar) si se instalará de forma más o menos permanente en Barcelona, pero los rumores son incesantes. Tres trabajos, en la UOC, en Godó y en 'Público', bien podrían justificar alquilar un piso en la capital del país, pasando temporadas alejado de la familia.
La competencia también ha movido ficha, presentando sus novedades en la Torre Glòries. El director Saül Gordillo se ha rodeado de los profesionales que formarán la nueva parrilla, entre las cuales destacas la desaparición del 'Estat de Gràcia' de Roger de Gràcia, el fin de 'APM' o el nacimiento de 'La tarda de Catalunya Ràdio', con Òscar Fernández y la televisiva Elisenda Carod al frente. También hay sorpresas en las mañanas, en el espacio de Laura Rosel. Por ejemplo, con la llegada de Quim Morales después de ser despedido de RAC105. Las grandes sorpresas, sin embargo, tienen que ver con la parte informativa, que se quiere potenciar al máximo con la presencia de Xavi Coral. Pasa lo mismo con la tertulia política. Y aquí viene el malestar en redes, porque hay tres recién llegados: Joan Tardà, Mireia Boya... y Santi Vila.
Que el exconseller, considerado por muchos ciudadanos como una de las ovejas negras del procés independentista, ocupe uno de los micrófonos de la radio nacional ha levantado mucha polvareda. Se vende como un ejercicio de pluralidad, pero este concepto no lo comparten aquellos que han opinado sobre el tema. Todos reciben lo suyo, pero los comentarios son especialmente hostiles con el exalcalde de Figueres, director general de Aigües de Banyoles y columnista de 'La Vanguardia': muchos no se explican qué aportará, ni porqué tiene que cobrar otro sueldo de todos los contribuyentes.
Todavía no ha empezado el curso, y la crispación empieza a ser palpable. No nos queremos imaginar que pasará el primer día de emisiones.