Leo Messi ya no está. El argentino, el mejor jugador de la historia del fútbol, el emblema del Barça durante tantos años, ha dejado a Catalunya con el corazón roto y ha hecho las maletas hacia París.
Los cantos de sirena del PSG lo sedujeron después de que el club azulgrana anunciara que no se podía hacer nada para retenerlo y ahora el 10 azulgrana será el '30' parisino ante una afición a la que ya ha hecho enloquecer durante los primeros días en la ciudad de la luz, luciendo camisetas que hacían trempar a los aficionados del conjunto francés con mensajes de "Ici c'est París".
De momento, Messi ha cambiado las lágrimas de su despedida por sonrisas de oreja a oreja en la ciudad de la Torre Eiffel. Sonrisas al lado de sus nuevos compañeros de vestuario y sonrisas al lado de su querida Antonela Roccuzzo haciéndose a su nueva vida en la capital francesa.
De momento, ya han ido juntos a celebrar su primera cena romántica, en un restaurante de París, él con tejanos y camiseta, esta vez, sin mensaje promocional, ella, espectacular con un vestido negro y un detalle en sus uñas que hacía tiempo que no veíamos, pintadas de color azul.
Messi seguro que se ha llevado muchas cosas de su casa de Castelldefels ahora que vivirá mínimo dos temporadas en París con Antonela y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro.
Desconocemos si también se habrá llevado los 35 trofeos que ganó con el Barça (10 Ligas, 4 Champions League, 7 Copas del Rey, 8 Supercopas de España, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubs), o los 6 Balones de Oro que ganó con la camiseta azulgrana.
Lo que sí sabemos es que en sus maletas no está un objeto que se dejó 'olvidado' en el vestuario del Barça, no sabemos si porque ya iba con sobrecarga al aeropuerto, si fueron las prisas por su adiós o si en el fondo, tampoco le quita el sueño no haber podido llevárselo con él.
Que Messi ha dejado un agujero en el corazón de los seguidores, es una obviedad. Que se hace extraño mirar hacia el césped del Camp Nou y no verlo con la pelota en los pies, también. Pero donde su vacío también es significativo es en el vestuario del Barça en el estadio azulgrana, aquel donde tantas veces se ha cambiado de ropa o se ha sentado en el cajón con su número después de un partido memorable.
Ha sido el periodista de RAC1, Gerard Romero, quien ha comentado una curiosa imagen del vestuario del Barça el pasado domingo por la noche, después de la victoria contra la Real Sociedad en el primer partido de la era post Messi.
Un vestuario donde no se sentó nadie encima de su cajón con el número 10. Y un vestuario donde encima de la taquilla del argentino se ve un objeto que ha quedado allí, veremos si para siempre, como pequeño homenaje de los jugadores a su excompañero. Claro está que, puestos a homenajearlo, quizás haría falta alguna cosa con un punto más de épica.
Porque el objeto que ha dejado en Barcelona Leo Messi es una de las estrellas de Estrella Damm que se otorgan al mejor jugador del Trofeo Joan Gamper, y que tantas veces ha ganado el ya exjugador del Barça.
Leo Messi se ha 'olvidado' de la estrella de Damm... A los culés les será imposible olvidarse de él.