Leo Messi apura sus vacaciones en las islas caribeñas de Antigua y Barbuda, y cada foto del crack argentino provoca la envidia (sana, en principio) de sus millones de seguidores por todo el mundo. Todas menos la que acaba de compartir en redes, y que nos muestran al futbolista de una forma que nunca habíamos visto durante dos décadas vistiendo la camiseta azulgrana. De hecho, en esta instantánea familiar ni la lleva. Ni azulgrana ni de ningún otro tipo. La ha cambiado por una quemadura sideral en su torso, fruto de muchas horas de bronceado... y de una falta alarmante de protector solar.
Messi ha cambiado de look este verano, con una musculatura mucho más definida desde que empezó el periodo vacacional. Y posa en la fotografía acompañado por la parte masculina de su familia, destacando no sólo por ser el jugador más grande de la historia del fútbol (sí, lo hemos dicho), sino por haberse disfrazado de gamba roja. Puede que eche de menos este producto tan mediterráneo durante su lujosa estancia en las Antillas. Sus seguidores no han podido ignorar el tono rojo-infierno del pecho del delantero.
Bromas aparte, imaginamos las molestias que debe estar pasando el de Rosario, ademaás de los peligros de exponerse al sol de esta forma. Él, que es muy blanquito de piel, tendría que tomar medidas adicionales para protegerse. Es un "D10S", pero en el campo de fútbol. En la playa se quema como el resto de mortales.