La princesa Leonor ha tenido diferentes apariciones públicas los últimos días, como cuándo la vimos en los Premios que llevan su nombre, los Princesa de Girona, en Figueres, Barcelona y Cornellà. La heredera captó todas las miradas al lado de su hermana pequeña y de sus padres. Al lado de Sofía, Letizia y Felipe, la gran protagonista fue ella, ocupando también los portadas de las revistas que habitualmente le bailan el agua a la monarquía, donde la dejaban por las nubes a sus 16 años casi 17. Leonor es rubia, de ojos azules y recibe elogios de todo el mundo, excepto de un Jaime Peñafiel que la dejó de caer de un burro, "La heredera es muy bonita siempre que no te fijes en la nariz. Tanto de frente como de perfil. ¡Puro Borbón"!. Al escritor le lame un pie que Leonor haya recibido clases de caminar recto, hablar idiomas, un catalán perfecto, y saber estar. Todo eso ha hecho que a ojos de muchos, la hija de los reyes tenga una digna presencia, aunque tiene un handicap a ojos de muchos analistas, la ropa que le escogen es excesivamente clásica, de muñeca, de pepona. Infantilizada. Pero no depende de ella.
Este modelito generó muchos comentarios en los medios, la gran mayoría, destacando la elección estilística de Leonor. Que si "deslumbra con su look más rompedor y adulto hasta la fecha", que si "posa con uno de sus mejores looks hasta la fecha", y frases del estilo dedicadas al vestido que lució en la ceremonia oficial, una elección de color azul celeste, el modelo Musca de la marca Miphai, de 169 euros, que combinó con unos zapatos de ante color nude de Carolina Herrera. Una elección, sin embargo, que para el diseñador y estilista Josie no fue la más acertada. ¿Por qué? Porque tal como ha dicho el colaborador de Zapeando, era más propio de un personaje fifi de cuento que de una princesa heredera al trono, moderna y del siglo XXI. En su programa miraban unos modelitos que ha llevado la actriz Selena Gómez y cuando ha visto uno de ellos, no lo ha dudado ni un segundo: "Ese look para Leonor está fenomenal, al final es a lo que me refería: yo a Leonor la veo mucho más Selena aquí que con el vestido de la Cenicienta".
El constante control por mirar de mantener a Leonor en una especie de burbuja absurda ajena a todo lo que pasa a su alrededor hace que en Zarzuela tengan una obsesión por mostrarnos a la princesa como si la hubieran sacado de un cuento clásico y no como una joven de la edad que tiene. Es lo que tiene creer todavía en reyes, princesas y cuentos de hadas, cosa que siguen haciendo en las españas, donde ya les gusta eso de tener a los Borbones que no se marchan ni con aguarrás. Leonor, vista como una princesita ñoña esperando al príncipe azul, como la Cenicienta de Disney del año 50... El problema es que no sólo parece que estemos en aquel año mirando el vestido de Leonor... Algunas actitudes de su padre o su abuelo también parecen más propias de épocas dejadas atrás hace mucho tiempo.