Por Navidad llegan los auténticos reyes, los de Oriente, porque los reyes españoles desaparecen. Felipe y Letizia no tienen ni un solo acto oficial. Toda la agenda vacía y sólo el mensaje la nochebuena, que el jefe del Estado deja grabado. Las vacaciones de los monarcas son un secreto pero el trabajo de la prensa es averiguar algún detalle, como cuando Pilar Eyre publicó que después de los atentados del 11-M en Madrid, en pleno luto nacional, los príncipes Felipe y Letizia viajaron de vacaciones al Caribe. Ahora es Jaime Peñafiel quien destapa otro escándalo de aquel viajecito de los monarcas.
En su libro Anécdotas de oro dedica un capítulo íntegro a "La cólera de Letizia" y explica la mala leche de la reina. Volviendo del viaje a las Bahamas, el avión privado hacía escala en Miami para empalmar con un vuelo regular de Iberia. Los agentes norteamericanos hicieron abrir las maletas a los príncipes de España en la sala VIP: "Uno de los policías advirtió a Letizia, cuando se disponía a ir en el baño, que registraría su bolso otra vez cuando regresara. Así lo hizo. Esto provocó un nuevo y acalorado intercambio de palabras. Según testigos, Letizia, aunque todavía no se había casado, sufrió un ataque de indignación, gritando que aquello era humillante, un insulto".
GTRES
Peñafiel escribe las palabras exactas de Letizia dirigiéndose al marido que veía como un calzonazos: "Felipe, ¿cómo dejas que nos registren?". El consulado de España en Miami tuvo que intervenir pero riñendo a la policía de los EE.UU. y no a la periodista, que todavía no era princesa porque no se habían casado pero ya se lo creía. Peñafiel no revela la fuente pero se deduce: "Zarzuela restó importancia al incidente, quitando hierro al registro, considerándolo normal tras los atentados del 11-S y el 11-M".
La anécdota revela el mal carácter de Letizia ya desde antes de ser princesa. Pero Peñafiel no hurga en lo importante del episodio: Zarzuela mintió a España: permitió y ocultó un indigno viaje de ocio al Caribe pocos días después que murieran asesinadas centenares de personas en los trenes de Madrid. España de luto y los futuros reyes tomando el sol. Este es el auténtico escándalo.