El mundo del cine y la actuación es uno muy curioso. La actuación es una carrera que requiere de un esfuerzo y unas capacidades físicas muchas veces inhumanas, no por la necesidad de levantar mucho peso o correr muy rápido, como ocurre con atletas de élite, sino por habilidades más dedicadas a engañar a la vista y el cerebro. Hablamos de actuar, fingir un papel de alguien que realmente no eres, un talento que no muchos tienen y que es el determinante entre llegar a la cima, ser un actor del montón o simplemente fracasar en la actuación.
Es por esto que cada vez que vemos a alguien en una película que no pertenece como tal al mundo del cine, las reacciones son variopintas. No todos ven con los mismos ojos que cantantes o incluso influencers se presenten en un campo que no les corresponde, y esto genera un debate que nunca se acaba sobre si es correcto darle un trabajo a alguien que es famoso por encima de dárselo a un actor que haga bien el papel, algo que seguramente hubiera avivado con una de las últimas películas de Tom Cruise, Top Gun: Maverick.
Lewis Hamilton casi surca los cielos junto a Tom Cruise
La reciente película de Tom Cruise fue una de las cintas más taquilleras de su año, y la primera un clásico que sigue siendo recordada a día de hoy, y a pesar de la diferencia de años entre una y otra, su secuela ha dado un golpe sobre la mesa, desmarcándose de la mayoría de secuelas tardías de películas lanzadas hace décadas, y la cual casi tiene en su reparto al piloto de la Fórmula 1 Lewis Hamilton.
El piloto de la escudería Mercedes (y próximamente Ferrari) fue contactado para participar en la película de Tom Cruise, pero hubo dos motivos principales que hicieron al piloto rechazar la oportunidad, la cual estaba muy fuera de su campo de conocimiento. Esto era parte del primer motivo, y es que Lewis Hamilton nunca ha recibido clases de interpretación. No es actor y no estaba seguro de ser capaz de hacer un buen trabajo frente a las cámaras.
El segundo motivo era su agenda. Como piloto de Fórmula 1 de fama internacional su agenda es bastante ajustada y comprometerse a filmar una película quizá era demasiado exigente en cuanto a tiempo para el piloto, motivo por el que ultimadamente decidió decirle que no a Tom Cruise, eso sí, la decisión le haría arrepentirse después.
La decepción de Lewis Hamilton al ver Top Gun: Maverick fue grande, y no porque la película fuese mala o no le gustara, sino porque era tan buena que le habría encantado formar parte de ella a pesar de todo. “¡Podría haber sido yo!”, explicó el piloto, quien también dejó claro que negarse no fue una decisión fácil. Le rompió el corazón hacerlo, pero si de algo sirve, podría terminar participando en otro proyecto para una película sobre la Fórmula 1 protagonizada por Brad Pitt, de la cual aún no tenemos título ni más detalles.