Desde En Blau hace tiempo que les vamos avisando de que una de las secciones más imperdibles de la parrilla radiofónica de Catalunya la encontramos cada fin de semana en El Suplement, el programa que dirige y presenta Roger Escapa en Catalunya Ràdio. Allí, cada sábado conectan con la maravillosa Lídia Heredia, la flamante nueva corresponsal de TV3 en los Estados Unidos desde hace unos meses, y no hay semana que no regale a los oyentes anécdotas sensacionales sobre su día a día en Washington o en cualquiera otra ciudad norteamericana donde le toque cubrir alguna información. Como ella misma ha dicho, le encanta, aparte de informar de cosas serias o más importantes, acercar a la audiencia catalana aquellos pequeños detalles costumbristas que en el fondo, son los que sirven para entender un país, una sociedad, en este caso, la norteamericana.

Lidia Heredia / Foto: Montse Giralt

En pocos meses Lidia ya nos ha explicado anécdotas de traca. Por ejemplo, que al lado de su casa tiene dos vecinos, dos hermanos, que deben tener la calefacción a tope, porque les ve ligeritos de ropa a menudo: "veo al vecino... Veo a los dos vecinos, concretamente que tengo en frente, que cada tarde, uno de ellos, se pasa la tarde en la cocina. Cocina muchísimo. Y con la parte de arriba, aquello... un poco 'a torso descubierto'... Que le dirías 'tápate un poco!'. En la última sección con Escapa, después de hablar del servicio sanitario norteamericano, carísimo, o de los anuncios de medicamentos, ha regalado una nueva perla costumbrista: "pienso que eso forma parte de entender los países donde vas a parar". Y tiene toda la razón. Por ejemplo, pueden decir mucho de un país los lavabos públicos. "Te traigo una tesis que cambiará un ritual ancestral, una especie de código cómplice y compartido que tenemos todas las mujeres del mundo. Seguramente nos debe haber modelado el cerebro genéticamente y todo".

Lídia Heredia / RAC1

Lídia le deja claro a Roger que "tú no lo puedes entender, porque los que orináis de pie, eso no lo podéis entender, pero yo, si digo, 'mujeres del mundo, personas que meáis sentadas, sabemos que no podemos ir por el mundo sin un paquete de kleenex en el bolso". La periodista de Badalona recuerda "la frase aquella de '¿tienes un kleenex? ¿tienes un pañuelo de papel?'", que se dicen muchas mujeres cuando van al baño. Pero ahora, eso se ha acabado. Como mínimo, en los Estados Unidos. Porque Heredia acaba de constatar, alucinada, de que "todavía no he encontrado un lavabo en los Estados Unidos donde falte papel higiénico. Pero no que haya un rollo, no, no, no... Pilas y pilas y pilas". Papel higiénico a mansalva. "Tú no te hubieras fijado. Para mí fue un hecho diferencial respecto del lugar de donde lo vengo. Tal cual te lo digo". Y no solo en lavabos de lugares VIP: "En organismos oficiales, en museos, en mercados, en universidades... y entonces hice la prueba del algodón: un bar de noche a las dos de la madrugada, que aquí tú sabes perfectamente que nunca encontrarías papel higiénico...". Pero sí que había. "Nosotros somos tan cutres que pones papel higiénico en los lugares y la gente se los lleva, pero como mínimo en Washington, Maryland y Virginia, no", papel higiénico por un tubo. "Mujeres del mundo, aquí no os hará falta un paquete de kleenex"... Maravillosa Lídia, una vez más.