Ya hace unos cuantos días que la maravillosa Lídia Heredia está en los Estados Unidos, donde vivirá los próximos años, después de dejar Els Matins para empezar una nueva aventura: ser la corresponsal de TV3 en Washington. Antes de hacer las maletas, por cierto, sufrió una lesión sin importancia, que le impidió tenir una despedida como ella hubiera querido: "Intenté coger una bayeta de un patio de luces. Basculé sobre el alféizar anguloso de la ventana y sentí clac. Era una bayeta, ¿qué necesidad había? Ahora no puedo abrazar ni fo*** normal. Estoy en una despedida delicada a mí que me gusta el contacto".
Los que la quieren, quieren que le vaya todo muy bien. Incluso, Rosa Maria, madre de su gran amiga Helena Garcia Melero, la llamó a Catalunya Ràdio y las dos mantuvieron una conversación deliciosa sobre cortarse el pelo. "Yo me lo he cortado hoy. A ver si te gusta cuándo me veas", le dice Lidia a la madre de la Melero. Y esta: "Ooohh!! ¡Qué moona! Pues a ver si con ella se lo dices y a ti te hace más caso!!". Y Lidia: "Ahora se lo diré, le enviaré un mensaje". La conversación surrealista también tuvo momentos emotivos, como cuándo Rosa Maria le deseó una muy buena estancia en los Estados Unidos, preocupándose por ella y por su inglés: "Eres una crack, vales mucho, me encantas, eres tan natural explicando las cosas... Te felicito, te amo y te doy un abrazo... Te irá bien hija... si solucionas lo del inglés, que debe ser lo peor". Lídia, sin embargo, se defiende bastante bien con el idioma, "no es mi máxima preocupación, lo tengo lo bastante bien para salir adelante, no sufro por eso", la tranquilizaba la periodista en los micrófonos.
¿Cuál es su máxima preocupación, entonces, estas primeras semanas en los Estados Unidos?... Tanto como preocupación, no. Pero sí habituarse a una serie de costumbres, de maneras de hacer, y acostumbrarse también a nuevos... olores o temperaturas. Entrevistada por Roger Escapa en El Suplement de la emisora pública catalana, y preguntada sobre "¿A qué huele la ciudad?", Lidia le reconoce, con respecto a aromas, que "hay olores diversos, hay muchos aparatos siempre en marcha y humos que salen en todas direcciones, pero ya que me lo preguntas, te diría que el olor que más reconocí es el de marihuana. No todo Washington, pero me sorprendió bastante sentir un olor muy evidente de marihuana en bastantes sitios. En Nueva York, por descontado, más que en Washington, pero es un olor muy evidente".
Tema temperaturas, la palma se la llevan los supermercados, todo un mundo nuevo para ella: "Cuando eres una recién llegada como yo, hay que tener mucho tiempo para ir al supermercado. Son muuuuuy grandes. Ir al Super es como una expedición, espíritu de National Geographic. Los yogures... yo no necesito ver tantos. Hay mucho más producto, pero el yogur que me gusta, yo no lo he encontrado todavía... Y hace muuuuucho frío dentro de los supermercados. Muchísimo. Pega un frío que pela. Tengo que averiguar si hay algún motivo más allá de que no tienen medida con nada, como el aire acondicionado. Yo he tenido que salir. Si quieres estar un rato y no vas abrigada, es muy poco confortable", reconoce Lidia. Claro está que para confortable, y hablando de temperaturas, el día a día de su vecino... Le pregunta Escapa si está viviendo en una de aquellas casas unifamiliares que salen en las películas, donde se ve qué están haciendo los vecinos en todo momento. Y ella se desahoga sobre cómo es su vecindario...
"Todavía no las he visto. Yo ahora estoy viviendo cerca del trabajo, en un apartamentito, pero efectivamente veo al vecino... Veo a los dos vecinos, concretamente que tengo en frente, que cada tarde, uno de ellos, se pasa la tarde en la cocina". ¿Qué cocina?, no lo sabe. Pero ¿cómo cocina?, sí: "Cocina muchísimo. Yo he tenido tentaciones de ir y decirle: 'Hazme un tupper'. Yo no sé qué hace, pero cocina muchísimo, mucho, mucho, mucho... Y con la parte de arriba, aquello... un poco 'a torso descubierto'"... Escapa se abona: "Que le dirías 'tápate un poco'!. Y esto le hace pensar a Heredia que "ha venido un poco de frío, cuatro días un poco de invierno, y debe pasar lo mismo con las calefacciones: cuando llega el invierno las calefacciones deben ir a tope y te permite cocinar desnudo, que es lo que está haciendo mi vecino todos estos días"... Que vigile el vecino cuándo haga sofrito, que no le salpique en las partes nobles... Pero si no vigila, seguro que si eso pasa, la Lidia, a la que oiga los chillidos, tendría un reportaje de interés social para el TN: 'La peligrosa moda en los Estados Unidos: cocinar con el 'cocido' sin proteger. Qué peligros comporta... Lídia Heredia, TV3, Washington'.