Lídia Torrent es de las presentadoras más optimistas, alegres y buena gente que hay actualmente en la parrilla televisiva. La catalana, a quién podemos ver cada día en First dates, en Cuatro, tiene siempre una sonrisa espectacular de oreja a oreja. Probablemente, la sonrisa más radiante de la televisión. Y ahora todavía lo está más.
Enamoradísima de Jaime Astrain y esperando una hija
La mediática hija de Elsa Anka cortó el mes de mayo del año pasado con Matías Roure, el barman argentino de 'First Dates' que trabajaba con ella en el programa. Pero ya se sabe que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Porque hace un año que Torrent está enamoradísima de su nueva pareja, Jaime Astrain. El exfutbolista madrileño de 31 años que se formó en la cantera del Atlético de Madrid y jugó en el filial del Villarreal y el Osasuna, antes de competir profesionalmente en el Córdoba, el Écija y el Jaén. Astrain, ya retirado, se deja ver de vez en cuando como tertuliano con Pedrerol en El Chiringuito de Jugones. Y los dos forman una pareja maravillosa. Y ahora todavía más. Porque ahora son uno más. Porque Torrent está embarazada e impaciente ya por ver la carita de su hija, que nacerá a principios de octubre, y a quien le pondrán un nombre precioso, Elsa, como la abuela. Las fotos con la barriguita funden la red:
La presentadora catalana está radiante y luce una sonrisa todavía más gigante de lo que en ella es característico. Tiene un motivo de peso para hacerlo, que crece dentro de su barriga. Pero ni en este estado de buena esperanza todas las noticias han podido ser positivas, porque acaba de sufrir un revés profesional que la ha indignado de mala manera, y con toda la razón del mundo. Porque a estas alturas de la película, todavía hay empresas que empiezan a convulsionar y sacar fuego por los ojos cuando ven a una mujer embarazada. Y ahora Lidia lo ha vivido en su propia piel con un trabajo que finalmente no hará.
Ella misma lo ha explicado con una publicación imprescindible. Imprescindible para que nunca más vuelva a pasar. Dice la presentadora que por una parte, está muy feliz porque el otro día volvió a tener la oportunidad de volver a trabajar con una empresa, presentando un acto, "con la que me siento como en casa y quería agradecerles que hayan vuelto a contar conmigo aunque esté embarazada". Esta es la de cal. Porque la de arena vino acto seguido: "Y digo esto porque desafortunadamente en otro caso no ha sido así, dado que teniendo ya una presentación cerrada, decidieron prescindir de mí".
'No' de una empresa por estar embarazada
En el mundo profesional, a veces te dan por hecho que harás un trabajo y después se tuerce la cosa. Pero que la razón sea su barriga embarazada ha sentado como una bofetada con la mano abierta a Lidia: "Estar embarazada no significa estar inválida. Sí es cierto que hay gestaciones complicadas, de riesgo y tormentosas en las que evidentemente tu día a día y vida profesional se ven afectadas por motivos obvios". Ella, pero, argumenta que "En mi caso, estoy teniendo un embarazo bueno, en el que pese a las náuseas del principio, ardores, acidez o más cansancio del usual al estar de pie mucho rato, no me imposibilitan en absoluto seguir funcionando. No estoy forzando la máquina, no hago sobreesfuerzos, escucho a mi cuerpo, le doy lo que me demanda, lo cuido y respeto pero tengo la gran suerte de poder decir que están siendo meses dulces y no está habiendo problemas ni complicaciones". Torrent, dolida por el 'No' de una empresa, ha querido, sin embargo, ver la parte positiva de la vida: "Así que quería que constase este ‘gracias’ a las empresas que, contando con nosotras, nos están dando la mano e indirectamente apoyando en esta decisión elegida de ser madres en pro a nuestra vida personal".
La primera en reaccionar, emocionada, su madre, la maravillosa Elsa Anka, con un mensaje que suscribimos todos: "Orgullosa de ti. Brava". No ha sido la única. La periodista Carme Barceló, por ejemplo, ha manifestado: "Triste pero real. ¡Gracias por visibilizarlo! Eres valiente y eso me encanta"!. Todo el apoyo del mundo para Lidia.