La actriz norteamericana Lindsay Lohan acaba de revolucionar a sus seguidores de Instagram al celebrar su 33º cumpleaños regalándoles una fotografía totalmente desnuda. La maniobra, a pesar de no ser nada original, ha obtenido los resultados que la intérprete perseguía, consiguiendo cerca de 300.000 'me gusta' en cuestión de horas y recibiendo el calor de la red en un momento complicado (una vez más) para Lindsay, que acaba de sufrir la cancelación de su reality show Lindsay's Lohan Beach Club en MTV. El proyecto, que se grababa en la isla griega de Mykonos (una de sus residencias habituales) sólo ha aguantado una temporada en la parrilla del canal musical y juvenil. A pesar del nuevo contratiempo, Lohan parece tranquila (y sugerente) en las redes sociales.
El tropiezo profesional no parece preocuparle, y su aparente relajación se explica gracias a que Lohan ha dejado de protagonizar escándalos y episodios turbios, el "pan nuestro de cada día" desde hace más de 10 años. La actriz de pasado Disney estuvo a punto de engrosar las listas de los "juguetes rotos" de la industria del showbusiness, debido a su interminable currículum de problemas: Adiciones al alcohol y drogas, condenas por conducir ebria o robar joyas, huidas de la justicia de los EE.UU., trastornos como la anorexia y una pésima gestión de su fortuna personal. Nadie lo diría viendo la provocadora fotografía, donde todo parece idílico.
Aunque pueda parece un espejismo en una vida de descalabros, preferimos a esta Lindsay relajada y alejada de las polémicas, que la antigua Lohan, entregada a la destrucción de su carrera... y de su persona. ¡Felicidades!