Lloll Bertran fue durante los años 90 la cara más famosa de TV3. Una actriz que Joaquim Maria Puyal hizo popular por su comicidad y Josep Maria Flotats por su capacidad de transmitir emociones. Dos genios catalanes se fijaron en la misma chica de Igualada y penetró en las casas y en los corazones de los catalanes. No hay ningún debut más famoso en toda la Historia de TV3: "El víiideooooo". Era Lloll interpretando al personaje de la azafata Vanessa, rubia y limitada, promocionando grandes inventos del siglo XX en el programa El joc del segle, un concurso donde era la comparsa y acabó de estrella. Todavía se recuerdan creaciones suyas como la pija barcelonesa Sandra Camaca. Insuperada. Después vendrían programas y series propias, un programa de gags (La Lloll), una serie de ficción con la difunta Anna Lizaran (Laura) y un fichaje por betevé, la TV de Barcelona. Hace mucho que no hace tele.
Durante mucho tiempo hemos visto a Llloll Bertran significándose a favor de la libertad de los presos políticos y leyendo manifiestos contra la represión al independentismo. Ahora Lloll vuelve al teatro y reaparece en los escenarios a los 65 años al lado de otro mito de TV3, Àlex Casanovas, del concurso Amor a primera vista a amante de Eulàlia Montsolís en Nissaga de poder o el camarero que acoge a Peris en la segunda parte de El cor de la ciutat. Junts hacen Cartes d'amor en la Sala Versus Glorias de Barcelona donde encontramos una Lloll poco cambiada, con peluca, y gran actriz:
Con motivo de esta obra de teatro de pequeño formato y grandes actores, Lloll ha concedido una entrevista a Vilaweb donde ha hablado de TV3 pero no de su paso por la cadena, exitoso, añorado e inexplicablemente acabado hace décadas, sino por el gag de la Virgen del Rocío. Una excusa para poner a parir un aspecto de TV3 que es un clamor: el mal uso de la lengua catalana de la cadena. Nada que ver con aquella TV3 de Puyal, Bachs o Alsius. Lloll Bertran muy o dura contra la actual TV3: "No he visto el gag de la Virgen, miro poco TV3 porque la siento tan extranjera! No siento que me hable a mí, que hable con mentalidad de Países Catalanes. TV3 es una televisión que nació para potenciar nuestra lengua y ahora la trincha, la estropea. Si una persona de la calle se esfuerza y no habla lo bastante bien, pues dices, mira, pero que lo hagan profesionales... Los hay que incluso leyendo el teleprompter dicen disparates. A mí me duele, eso, porque yo, como decía Pere Quart: "Amo con un irrevocable amor, esta mía –y nuestra– bastante limpia, envidiada, bonita patria." Para mí es importante. Es parte de mi vida, es mi tierra y mi talante. Cuando veo eso que hacen con TV3, me hace daño". Si dicen que TV3 solo la mira personas mayores no será por Llloll Bertran o aquellos a quien indigna el bajo nivel de catalán de los presentadores jóvenes que hablan como Sandra Camaca. Ellos son la parodia.
Del famoso gag de la Virgen andaluza Lloll huye del detalle para ir al principio general: no encogerse ante el anticatalanismo: "De eso, de la broma que me has dicho, entiendo que han hecho un cachondeo con una Virgen, y allí han colgado al president Puigdemont, le han disparado y no pasa nada. ¡Claro está, como somos los esclavos! Se pueden reír y escupirnos y no pasa nada. Pero si dices alguna cosa fea a los amos pues prisión, querella. Es injusto y aberrante, al margen de la calidad que tenga el chiste, que, como te decía, no lo he visto. Te hablo de oídos". Esto pasa a poco del 40.º aniversario de TV3. Hará falta ajustar las cuentas con los que la hicieron grande, ser justos e invitarlos a todos a un programa especial. La Lloll, la primera.