TV3 siempre ha tenido tirón por hacer programas autorreferenciales. El año que viene volverá a tocar, por los 40 años de la cadena. Los espectadores nunca se cansan del ejercicio nostálgico de mirar atrás y TV3 nunca se cansa de hablar de TV3. Lo han hecho espacios míticos como el TVist o el Días de tele, los dos de Mari Pau Huguet, el concurso Los 25 de Judit Mascó por los 25 años de TV3 o ahora mismo dos programas en emisión, el zapping de No tenim vergonya y los viernes Tot són problemes. Cada semana hay dos invitados y acostumbran a ser presentadores de TV3. El país da para lo que da en celebrities. El programa ha invitado a Marc Ribas, Tomàs Molina o Quim Masferrer, por citar a tres. El último programa, que hizo un correcto 10,7% contra Pasapalabra, invitó a Llucià Ferrer. Y Juliana Canet le hizo la sección más interesante, la que saca fotos inéditas. Llucià a punto de dar un beso a la bandera de España:
Fue durante el servicio militar que le tocó en Roses. Era el año 1998, el Llucià de 20 añitos tenía pelo. Cuando la mayoría de chicos ya no hacían la mili por mil excusas (pies planos, miopía u objeción de conciencia) Llucià hizo al soldado en defensa de España. Y como todos le tocó hacer el acto de juramento de la bandera. Él dice que se negó a darle un beso en la rojigualda: "La mili no me hizo a un hombre, pero sí mejor persona. Conocí a gente muy guapa pero no la volvería a hacer. Me lo pasé bien porque no hice nada. Y no toqué la bandera. Tienes que darle el beso pero yo no la toqué". Un independentista convencido como Llucià ni tocó el trapo. Él que ha defendido la senyera en la Selección Catalana de Hockey Patines. Foto en el equipo nacional con su hermano gemelo, Pep Ferrer:
Llucià Ferrer habla de su mellizo, rubio de ojos azules: "Salgo con pelo, yo soy el de la cinta en la cabeza. Pep se cagará con todo salir en esto. Tengo un gemelo rubio con ojos azules, jugábamos en el Manlleu, a mí me fichó el Voltregà y fui campeón de España. Fui a la selección catalana e hice las pruebas para la selección española". Y también aborda su primera boda muy joven, cuando tenía 24 años: "No fue un error, yo estaba enamorado. Lo volvería a hacer pero no con aquella persona. Ella era mayor que yo". Ahora tiene otra pareja, Carola Rucabado, madre de sus dos hijos, Màrius y Úrsula:
Llucià ha traicionado una tradición familiar: su abuelo se llama Llucià Ferrer, su padre se llama Llucià Ferrer y él se llama Llucià Ferrer. Carola, con buen criterio, ha dicho basta a esta horterada y el niño se llama Màrius Ferrer. Mucho mejor.