Admite que nunca ve la televisión y que tampoco había visto nunca el programa. Pero sólo ha bastado ver el estreno de la cuarta temporada de Maestros de la costura para darnos cuenta de que aunque él no la vea, es carne de programas como este, y, quien sabe, quizás sólo es el primero de muchos donde veremos a este joven de Vilassar de Mar.
El talento centrado en el mundo de la moda se ha estrenado esta semana y un nombre destaca por encima del resto. El de Lluís Mengual, un joven de 26 años, hijo de ferreteros, que después de estudiar patronaje y formarse con un modista que hacía piezas de alta costura para condesas, ha ido al programa presentado por Raquel Sánchez Silva y ya ha sacado de quicio a Lorenzo Caprile.
Tirantez entre ambos, con un jurado que quería que se respetara su autoridad y un concursante que no se calla ante nadie, por muy Caprile que sea: "Oye, a mí no me hables así que estamos en la primera prueba del programa, eh", dice Caprile. Y Lluís: "Sinceramente, no me dan miedo los jueces, no me da miedo nadie". O cuando ante una bronca a otra participante, él ríe: "¿De qué té ríes tanto, Lluís"?. "No lo sé ni yo, me han entrado los nervios". "Parece que estés disfrutando de lo que le estamos diciendo a Laura". Un concursante que promete. Un solo programa y ya hemos vislumbrado de qué pie calza... Y no sólo el pie.
Esta foto es un buen ejemplo de uno de los momentos que más ha dado que hablar del primer programa. Se ve a Lluís, metro en mano, dispuesto a medir lo que haga falta. Pero los espectadores lo que dedujeron no fueron los centímetros de ningún diseño. Porque tal como él mismo pregonó, quiso hacer unos pantalones, pero al ponérselos por la mañana: "No me cabía el instrumento y he tenido que tirar de otro pantalón. Cada día tiene un tamaño distinto. Aquello me apretaba y ahí solo se veía cigala".
Ahí solo se veía cigala... Sólo falta un poco de salsita Espinaler, ya que son de la zona. Se ve que corre el rumor de que el joven no miente a la hora de definir sus atributos. Quién sabe, quizás quien lo haya conocido de cerca en su vecindario podrá corroborar si a Mengual, la única cosa que no le mengua es el patrón que tiene por entrepierna.
El langostino de este joven del Maresme promete grandes momentos, y nunca mejor dicho.