El show del Valle de los Caidos, una especie de funeral de estado 'extraoficial' gracias a la permisividad y la connivencia del PSOE, ha polarizado España y Catalunya. En el caso catalán, sin embargo, aunque hayan sido muchos los que no se han querido perder la exhumación del dictador fascista, hay una fuerte corriente de opinión que se resume a la perfección leyendo el último tuit del cantautor Lluís Llach: indiferencia. Un sentimiento y una actitud motivada por la situación que se está viviendo en Catalunya, donde la represión del estado y sus fuerzas judiciales y policiales es creciente e insistente. Por eso, Llach no ha querido perder ni un segundo de su preciada existencia siguiendo el traslado de la momia.
Ni una sola imagen, dice Llach, a quien preocupan mucho más los apaleados por la policía, la injusta condena a los presos políticos y la inverosímil actuación del gobierno en funciones y su aparato político, el PSOE. Vaya, que a Franco le habrán sacado del mausoleo, pero está bien vivo en la vida política y pública española (y catalana). Eso sí, tampoco ha querido ahorrarse la oportunidad de enviarle un mensaje a sus despojos: "que descanse en guerra". De paz, ni hablar. Franco dedicó toda su vida a practicar la guerra contra todos aquellos que no se arrodillaban frente al tirano.
La vida continúa, con la momia en el Valle o en el cementerio de El Pardo. Una vida que sigue poniendo a prueba el antifascismo, y en la que la represión sigue tan vigente como cuando mandaba con mano de hierro. Por eso, lo mejor es ignorarlo y seguir defendiendo la libertad como ha hecho Llach.