En su editorial de las 8h de la mañana, Jordi Basté hacía un resumen imperdible de lo que ha pasado este domingo en Catalunya. La Diada ya ha quedado atrás, pero todavía se hablará y mucho de lo que pasó en las calles del país y, sobre todo, de lo que puede pasar a partir de ahora con respecto al procés independentista. Los catalanes salieron a manifestarse y se vieron imágenes impactantes, importantes, da igual el número final de asistentes: las fotos que nos deja este día hablan por sí solas. Como decía el director de El món a RAC1, sabiamente, a pesar de haber menos presencia que otros años, eran muchos. Y eso tendría que hacer reflexionar a más de uno: "Sin embargo, ayer la gente multiplicó la presencia en la calle, desbordando las previsiones de los últimos días. No importa si eran 150.000 o 700.000 personas pese a la patética distancia de cifras entre Urbana y organizadores. Eran menos seguro que otros años, pero eran muchos. Y muchos significa muchos".

El Paseo Colom de Barcelona, durante la Diada de este domingo / Foto: Eva Parey

La ANC ha plantado cara a ERC y ha resistido en las calles, el independentismo ha vencido a la desmovilización y ha exhibido músculo en una Diada donde, nuevamente, ha habido la tradicional diferencia numérica. 700.000 personas, según la ANC, cifra que la Guardia Urbana ha rebajado a 150.000 asistentes. No hace falta, sin embargo, ser un lince para saber que la pírrica cifra dada por la Guardia Urbana es una tomadura de pelo. Algún día se tendría que analizar en profundidad por qué seguimos asistiendo, manifestación tras manifestación, a un ejercicio grotesco de trilerismo, de tomarle el pelo a la ciudadanía, de dar gato por liebre, por parte de las fuerzas de seguridad. Sólo hay que tener dos dedos de frente para comprobar que los 150.000 manifestantes que asegura la Urbana que hubo se quedan cortos. Muy cortos. Ridículamente cortos. Y ellos, erre que erre, siguen dando cifras vergonzosas.

El Paseo Colom de Barcelona, durante la Diada de este domingo / Foto: Eva Parey

La marcha ha llenado la avenida Paral·lel de Barcelona y también se han concentrado centenares de manifestantes en el recorrido posterior hasta la Estación de Francia. La manifestación ha estado marcada por la ofensiva en contra que hizo la dirección de ERC, en una carta a los militantes, y por la ausencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Sí estaba la expresidenta de la ACN y del Parlament, Carme Forcadell, que ha sido la única dirigente de ERC presente. También han participado Junts y la CUP, con todo sus dirigentes, Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència. La marcha de este año, a pesar de la ausencia de ERC, ha superado la del año pasado, que fue la primero después de la pandemia. En la manifestación del año pasado en la Via Laietana participaron 400.000 personas, según la ANC, 108.000 según la Guardia Urbana. Y quién ha alzado la voz, lo ha hecho durante toda la Diada, ha sido Lluís Llach.

Muchos catalanes vivieron la jornada in situ, a pie de calle, dentro de la manifestación y en las calles de las ciudades catalanas. Otros, vieron las imágenes, evidentemente, por televisión. Imágenes que cualquier catalán podía ver. Y no hace falta que ninguna Guardia Urbana diga que eran cuatro gatos. Al cantautor le ha tocado las narices que en TV3 se hagan eco. El 324 informaba de la versión de la Guardia Urbana, esta cifra de los 150.000, y a Llach le chirriaba que le den cancha de esta manera. Su mensaje, contundente, y más, teniendo en cuenta la gran cantidad de efectivos de la televisión pública destinados a cubrir la Diada con sus cámaras y periodistas: "¿No os da vergüenza contradecir vuestras propias imágenes y priorizar unas fuentes que sabemos mentirosas?":

Quedémonos con las cuatro posibilidades que ve Pilar Rahola: "La Guardia Urbana miente siempre en las cifras de la Diada porque... 1.- Sufre estrabismo crónico 2.- Dirigismo político 3.- Manipulitis obsesiva 4.- Españolitis patológica 4.- No sabe contar".

Cualquiera de las cuatro opciones es válida.