Hay dos ediciones de Operación Triunfo que los seguidores del programa nunca podrán olvidar. La primera, por razones obvias, y la de 2017, el inicio de su segunda y, hoy por hoy, última etapa. La gran mayoría de sus participantes forman parte del imaginario colectivo, y algunos han conseguido carreras de éxito abrumador en la industria. David Bisbal y Aitana Ocaña, por ejemplo, sin dejarnos a una madrileña a la que conocimos como Mimi en la Academia. No duró mucho: la echaron a la primera. Ahora bien, eso sólo hizo que trabajara más duro para llegar a su meta: triunfar. Se cambió el nombre por Lola Índigo y empezó a reventar las pistas de baile: por ejemplo con aquel 'Yo ya no quiero ná'.

Todos tenemos a Lola como una persona afable y afectuosa, aunque sobre el escenario se transforme en un terremoto de baile y provocación que ha enganchado a miles y miles de fans. Pero mira por dónde que esta simpatía sería únicamente la fachada de un carácter mucho más duro y maleducado. Esto, evidentemente, si hacemos caso de los testimonios (de voces distorsionadas y sin ningún documento gráfico) que asegura haber recogido el programa 'Socialité': trabajadores y testigos de establecimientos hoteleros en Barcelona que han sufrido actitudes groseras y prepotentes por parte de la artista.

Mimi o Lola Índigo en 'OT 2017' / RTVE

Lola Índigo durante una actuación / GTRES

La mala leche de Lola Índigo y su falta de empatía por aquellos que la atendían en los establecimientos se puede resumir en dirigirse a los camareros como si fuera ganado en un campo ("los llamaba haciendo 'chss, chss'"), ignorar los requerimientos de un recepcionista e incluso llegar a lanzarle la tarjeta de crédito de forma despectiva. Parece ser que no le gustaba que le pidieran la identificación para hacer el check-in. El pobre empleado del hotel se queja al programa: "Se comportó de una manera muy déspota conmigo, ni siquiera me miraba, estaba todo el rato pendiente del móvil". Y el gesto de lanzarle la Visa lo redondeó. Un angelito, vaya.

Más voces que aseguran haber vivido estas situaciones tan desagradables de maltrato lamentan comprobar que su ídola tiene los pies de barro. Tenía "actitudes altivas de diva, eso no son formas. No tiene nada que ver cono la cara que vemos de ella, no sé qué le pasó". Telecinco no tiene inconveniente en ponerla a punto de mira, aunque acabe diciendo que quizás tenía un mal día, cómo nos puede pasar a todos. Jugando a dos bandas, no sea que se enfade y los mande a paseo.

Lola Índigo, ¿ángel o demonio? / Telecinco

La pelota está ahora en el tejado de Lola Índigo. Veremos si la devuelve de una patada a sus acusadores.