La Familia Real está visitando al rey Juan Carlos postrado en el lecho de un hospital más que cuando estaba en su casa. Mantienen las apariencias por las decenas de fotógrafos que inmortalizan cada visita, gesto, look y comentario de los Borbones a las puertas de la clínica privada donde el emérito se ha operado a corazón abierto. Para ofrecer una imagen de familia unida, los primeros días han visitado al rey en grupitos: Felipe y Sofía, Felipe y Letizia, Cristina y tres hijos, Elena y dos hijos, Felipe y dos hijas...
Pero a medida que pasa la semana, los borbones abandonan la representación teatral y sólo el jefe del Estado se mantiene fiel a la visita. Felipe ha hecho la última visita con un look veraniego que ha causado sorpresa. Un jefe de Estado visitando a su predecesor como quien va a la discoteca de verano para adultos divorciados.
Gafas de sol de última moda, el brazo en ángulo recto como acostumbra a hacer Albert Rivera, pantalones blancos, americana a cuadros y sonrisa impostadamente seductora. No entraba en Luz de Gas sino en la Clínica Quirón. Lo mejor ha sido que las únicas mujeres que han quedado obnubiladas por la presencia de Felipe VI eran octogenarias en una visita rutinaria a la clínica.
A la salida, Felipe ha tenido el detalle de atender los medios sin las gafas de espejo de la serie Corrupción en Miami. De corrupción quien sabe es su cuñado y, presuntamente según su examante Corinna, su padre.