Loquillo está de promoción. Saca al mercado un nuevo disco, 'Diario de una tregua'. ¿Que cuántos lleva? Hemos perdido la cuenta, la verdad. Más de 30 seguro. Ahora bien, este no es uno más, es especial. O cuando menos eso es lo que apunta en una entrevista en 'El País' en la que de tregua, nada. Sigue combativo, provocador, muy bien pagado de sí mismo, ofreciendo la imagen de superioridad moral, vital, intelectual y artística de la que se vanagloria cada vez de que le ponen un micrófono delante. No negaremos, sin embargo, que el barcelonés José María Sanz, de 61 años, ha hecho carrera en la música. Una gran carrera. Y eso es precisamente su punto débil: se ha hecho envolver de un manto de semi-divinidad que, como mínimo, es discutible. La conversación con el diario es exactamente eso. Y más cosas.
La estrella del rock en español y el hombre que está salvando el teatro y la poesía (según interpretamos en su filípica) tarda minuto y medio en dejar al lector estremecido con una confesión íntima que convierte este último trabajo, como decíamos, en único, especial y un objeto de deseo para coleccionistas. También es una alerta para los fans del 'Loco': que no se pierdan las futuras actuaciones en directo o se arrepentirán. Podría ser la última. Y el disco, también. ¿Por qué? No es que se retire, no, es que su vida corre peligro. Tiene problemas de salud. Lo dice él mismo, de forma tan contundente como misteriosa. No sabemos qué le pasa, pero "una enfermedad amenaza mi vida". ¿Cuál? Ah, "no voy a hablar de mi enfermedad. Para eso ya hay otros. No quiero utilizarlo".
Cuando se habla de escribir guiones hay una expresión, un recurso narrativo, que provoca el mismo efecto que la confesión de Loquillo: en inglés se llama 'cliffhanger'. Un final en suspenso, una forma de enganchar al espectador para siguientes capítulos. La diferencia con lo que ha hecho el cantante de El Clot es que él la utiliza en los primeros minutos de la película. Cosas de El Loco. Entendemos que quiera preservar su intimidad al no revelar qué mal sufre. También que cada uno es libre de explicar lo que quiera. Pero la cuestión presenta dos dudas: ¿no piensa que todos aquellos que lo aman y admiran habrán quedado alarmados? Y si es tan personal que no quiere hablarlo, ¿por qué lo anuncia de esta manera? Dudas que en las redes sociales se están extendiendo como una mancha de aceite. ¿Confesión sincera o estrategia de marketing?
Para marketing, sin duda, otras reflexiones que deja en la entrevista con el gran Fernando Navarro. Su reivindicación de la españolidad, por ejemplo. "Nuestra cultura está siendo relegada. El poder económico de Miami está ocultando toda la tradición cultural europea y española". Eso sí, "acabamos de ser número 1 en ventas de vinilo en España, por encima de los productos de Miami". Es invencible. Chúpate esa, Chanel. Y una en clave catalana. O anticatalana. La Catalunya de hoy en día, claro, la que no mola. "Soy el artista barcelonés con más canciones sobre Barcelona. Supéralo. Yo soy barcelonés, pero soy hijo de una Barcelona que no existe. Una Barcelona cosmopolita, mundana, transgresora, que miraba al mundo. Barcelona tiene que recuperar su pulso y su puesto en el mundo después de una década oscura". ¿Se entiende lo que dice, o hacemos un croquis?
Loquillo. El único, el inimitable, el genuino. El de siempre. Como el sol y sombra, pero en un Cadillac Solitario, claro.