Loquillo hace tiempo que abandonó su Catalunya natal por amor. Amor a su mujer, la directora vasca Susana Koska. Viven en Donosti y ella a escrito la biografía de Loquillo y algunas letras de sus canciones. Los dos sufren una enfermedad grave, cáncer. Lo explica el cantante catalán en una entrevista a la Cadena Ser:"De momento estoy bien pero no hago planes. Disfruto de la vida, amo la música. Espero que todo vaya bien pero debo vivir esto con mucha dignidad, Tengo un ejemplo en casa, mi mujer lleva 12 años luchando contra el cáncer. Ella es mi ejemplo de valentía y de actitud, de enfrentarse a los elementos. La última canción del disco se hizo en un momento en el que se me diagnosticó una enfermedad grave en el cuello (...) Me dieron la opción de operarme y yo dije que no. Le dije a mi compositor, esto dura lo que dure”. Habló al lado de su mujer, 30 años juntos, en Euskal Telebista:
La decisión de Loquillo recuerda la que comunicó Rosa Maria Sardà poco antes de morir: que no pensaba tratarse del cáncer. Un drama. Pero todo enfermo tiene derecho a no tratarse su dolencia.
Una enfermedad de la cual Loquillo no quiere hablar
"No voy a hablar de la enfermedad, para eso ya hay otros. No quiero utilizarlo. La enfermedad forma parte de la vida. Así de claro. Lo que hice fue llamar a Sabino Méndez e Igor Paskual para decirles que era necesario hacer el gran disco porque podía ser el último. Debido a la enfermedad tenía que someterme a una operación grave que podría afectar a mis cuerdas vocales. Cuando entré en el estudio a grabar, tenía la sensación de que podía ser mi último disco y eso me dio coraje” confesó a la revista Mariskal.Rock. "Me han diagnosticado un bocio multinodular de tiroides en marzo de 2021. Me han detectado un bulto en el cuello cuando un día no me cerraban las camisas". Loquillo sufre una especie de cáncer de tiroides. Un bulto en el cuello.
Cuando ya tenía el cáncer tuvo que detener un concierto y dijeron que era "afonía". Una noche del sábado en Córdoba acababa antes de tiempo porque el cantante sufría un problema de salud. Se especuló que fue un golpe de calor, el barcelonés sudaba como un pollo sobre el escenario a 30 grados de calor de noche. Y vestido con un traje como siempre. Se asaba pero los médicos no dijeron el qué. Eran las 12 de la noche. Los mil espectadores se tuvieron que esperar 40 minutos a que les dijeran que se suspendía el concierto y se devolvería el importe de las entradas. El catalán vive en Donosti hace años y no estaba acostumbrado en el calor veraniego andaluz. Ahora ya se sabe que era cáncer en el cuello.
Ahora a la Ser confesa "“A mí me gusta llevar mis canciones por todo el país. Me gusta tocar por todas partes. Es un problema, pero yo haciendo esto evito problemas a los demás. A mí me preguntas si soy feliz con esto y te digo completamente”. Loquillo trágico.