Sin duda, se trata del Eurovisión más caótico de los últimos tiempos. La participación de Israel en esta última edición está dando mucho para hablar, a causa de su situación bélica, la red, las delegaciones y los participantes se han unido en un boicot masivo para intentar frenar de todas formas posibles su participación.
 

🎤  ¿Qué está pasando en Eurovisión 2024?


La polémica está más que servida. El apoyo a Palestina está llegando incluso en forma de manifestaciones por Malmö y parece que para redondearlo, la participación cae a trozos.

La UER descalificaba la candidatura de Países Bajos a raíz de un "comportamiento inadecuado" con uno de los miembros de prensa. Después de que Joost Klein incendiara la red con su burla hacia la representación israelí. Quien también se sumó a este boicot fue Marina Satti, la intérprete de Grecia, quien se viralizaba tras hacer gestos de bostezos y rechazo cada vez que Eden Golan respondía alguna pregunta de la prensa. Ahora, además, Irlanda ha hecho saltar todas las alarmas, dejando de asistir a los ensayos finales, dejando en el aire su participación en apoyo de Palestina. Muy fuerte.

Actualmente, las delegaciones se han reunido de urgencia, apartando la organización de Israel para acabar de decidir un veredicto final para todo este disturbio. Mientras tanto, las calles de la ciudad sueca y la red se han llenado de protestas. Resulta, pues, quien también se ha unido en este boicot es Loreen, la ganadora del año anterior, la cual ha asegurado que se niega a ceder el micrófono de cristal a Israel en caso de que este salga ganador, asimismo lo ha publicado The Sun en exclusiva.

Loreen es la encargada de dar el relevo al nuevo país ganador después de haber ganado dos veces consecutivas el festival. Los eurofans esperaban con expectación su actuación, pero parece que esté a punto de borrarse de la lista de actuaciones, lo que está claro es que se niega a dar el micrófono de cristal a un país con la situación bélica como la de Israel. El festival cae a trozos tan solo unos minutos antes de arrancar la gran final, podríamos decir que se trata de la ceremonia más complicada en el ámbito de producción, participación y sobre todo organización.

España de momento se mantiene al margen, tanto al margen que incluso Soraya Arnelas, la encargada de dar los 12 puntos españoles, ha incendiado la red con unas declaraciones en las cuales rechaza querer dar apoyo en Palestina. Todo es un caos y en el Malmö Arena todavía no está preparado para la final.