Una semana más, un jueves más, sesión imperdible las noches de TVE en el circuito catalán. Obril fil, el debate que conduce un Xavier Sardà más socarrón que nunca, de la mano de Ana Boadas y su nómina de colaboradores dispuestos a mojarse y desembuchar sobre el tema que toque. Y este jueves, uno de aquellos jugosos, que daban mucho juego. Siguiendo la estela de la semana pasada, cuando abordaron el mundo de las celebrities, el famoseo y el star system catalán, un tema que daba mucho salseo y curiosidades fisgonas, con las anécdotas que explicaron el mismo Sardà sobre la infanta Cristina o Dolly Fontana y su mítico Up & Down, esta semana tocaba otro tema central que se presta a la coña, a las confesiones y al morbo. Porque esta semana debatían las relaciones amorosas en el trabajo. ¿Se tienen que evitar o nos tenemos que lanzar de cabeza? ¿Donde tengas la olla no...? (y ya saben todos ustedes la rima con la que acaba la frase). ¿O todo lo contrario, no se tienen que desperdiciar las oportunidades, vengan de donde vengan, y si están en el trabajo, avanti con las pasiones?
¿Cómo se esconde una aventura en el trabajo a tu pareja? ¿Cuánto tiempo puede durar una aventura en el trabajo y una pareja estable en casa? Preguntas como estas a las que dieron respuesta los invitados como Pipi Estrada. El famoso periodista deportivo saltó a las portadas de las revistas del corazón cuando salió con Terelu Campos, de quien según explicó, no tenía ninguna oportunidad de tener otras relaciones en el trabajo porque le controlaba todos los minutos y se sentía muy fiscalizado:
Antes de encamarse con la hija de la Campos, Pipi Estrada recorrió por muchas partes del mundo por motivos laborales. Por ejemplo, yendo a cubrir, de joven, el Mundial de Fútbol de México el año 1986. Allí, en un hotel, una mujer mexicana quedó prendada de cómo hablaba y se expresaba él, moviendo mucho las manos, y le dijo si quería ir a cenar. Estrada estaba con José Maria García, el mítico Butanito, que lo oyó y se quiso añadir a la fiesta, a riesgo de hacer de vela o de pagafantas o vete a saber si encima de sus cabezas planeó la posibilidad de hacer un menage a trois. ¿Cómo acabó la cosa? El mismo Pipi lo explicaba de esta manera:
No fue, evidentemente, la única confesión de la noche. Sensacional fue el momento que reveló una de las tertulianas habituales, Lorena Vázquez, sobre ella y un compañero de bancada entre los colaboradores, David Balaguer. Compañeros en el plató del Obrim fil, también habrán coincidido en los pasillos de TV3. Ella, participando en el Tot es mou, él, rostro habitual en diferentes programas como el Hat Trick Espanyol, Divendres u Onze. Un David Balaguer que instantes antes, confesó que tuvo un "microenamoramiento, una cosa transitoria" con Cris Puig, ahora en el Preguntes freqüents. Ella interviene por sorpresa: "David, ¿eso nuestro era amor? Éramos vecinos, íbamos juntos en el coche, en el trabajo, nos explicábamos la vida... ¿Cómo puede ser que no me lo explicaras nunca David? ¡Quizás lo mío también era amor, nos lo hubiéramos podido decir! ¿Quizás ahora estaríamos juntos?", se queja la presentadora del FAQS. "Tú tenías pareja y feliz, ¿qué tenía que hacer yo en aquel momento?", lamenta él.
No sabemos qué hubiera pasado si se hubieran confesado qué sentían. Y tampoco sabemos hacia donde irá otra relación entre compañeros que ha ido un paso más adelante. Tampoco ha culminado en edredoning (de momento), pero ya han hecho más que Cris y David. ¿Protagonistas? El mismo David y Lorena Vázquez. De sopetón, ella coge el toro por los cuernos y revela: "Yo no me he microenamorado pero David y yo tuvimos un pequeño affaire...". ¡Ep! ¡Gol en Las Gaunas! ¡Hemos cantado bingo! La periodista sigue, con la mirada atenta de Balaguer, que no se lo esperaba: "David, no pasa nada, ha prescrito, fue hace unos meses".
Él toma el turno de palabra: "Fueron unos besos muy tiernos en un banco de la Barceloneta". Ella sigue: "Nos conocimos aquí, y tuvimos como muy bueno rollo y empezamos a enviarnos mensajitos, lo típico y dijimos: ¿'Por qué no vamos un día a comer'?". Hasta aquí, todo bonito. Pero Vázquez recuerda cómo "me hizo caminar kilómetros y kilómetros y kilómetros con unos tacones así!! ¿Cómo me había de microenamorar"?. Balaguer lo ve diferente: "Estuvimos tan a gusto caminando por la ciudad, aquel día parecía como un decorado". Sardà alucina y le da la razón a Lorena: "¿Qué quiere decir que la hiciste caminar por la ciudad, que llevaba tacones? ¿Pero no lo veías que te buscaba?".
¿Qué pasó después de andar tanto?: Lorena Vázquez, sensacional: "Después de caminar cinco horas le dije: 'Escucha David, ¿me darás un beso o tenemos que esperar mucho rato más'?. Allí se quedó como bloqueado, como en shock, y me dijo: 'Vamos a caminar un poco más'". Sardà se mea de risa, un Sardà, pues, que podría haber sido un Cicerone involuntario reuniéndolos en su plató. Sin embargo, lástima, "la efervescencia pasó, el tren ha pasado", reconoce Lorena. Estaremos atentos a lo que pueda pasar. Y nos solidarizamos con Lorena: menos paseos y más besos. Que para andar ya están las cintas de los gimnasios.