El referéndum tiene una gran ventaja: pone a cada uno en su sitio. Que Federico Jiménez Losantos no es amigo de Catalunya es sabido desde que lo han ido echando de diferentes medios de comunicación por evacuar opiniones irreproducibles. Hablando de evacuar, ahora lo hace desde una emisora residual. EsRadio tiene graves problemas para ser sintonizada desde un aparato de radio, así que la única manera que se conozca lo que lloriquea al locutor metiéndose con alguien de mayor tamaño. Actualmente el catalán con más audiencia en Madrid no es ministro, ni escritor, ni científico. Es Jorge Javier.

Será que el presentador va con el lirio en la mano, pero en su blog de Lecturas ha dejado escrito lo que ya ha repetido infinitas veces. "Opto porque haya referéndum y salga el no". Ocho palabras democráticamente impecables. Ni siquiera se refiere al referéndum del 1-O. Sencillamente opina que el proceso se le está haciendo "aburrido", desea que se pueda votar "sí" o "no" y manifiesta su preferencia por un resultado determinado. Una opinión que podría compartir una inmensa mayoría del país. Vázquez ni siquiera dice que iría a votar. Sólo que quiere que los catalanes voten mayoritariamente que "no". Tanta normalidad ha puesto nervioso a Losantos.

"Cobarde" y "charnego" han sido sólo dos de los calificativos, o descalificativos para ser más precisos, que le ha regalado. Psicoanaliza al presentador de Gran Hermano, al día siguiente de tener el peor arranque de audiencia de su historia, diciendo que "busca que lo acepten". Acaba sentenciando que es "la típica cobardía de los progres". Jorge Javier le puede enviar un mapa del litoral catalán. El ignorante Losantos le ha escupido "charnego de la Barceloneta", cuando Jorge Javier es como sabe toda España bastante más del norte, concretamente, de Badalona.

Se agradece que Vázquez no se mire el ombligo y escriba "motu propio", sin necesitar de una entrevista, lo que piensa en días como estos. Ya da por descontado que Losantos pueda reclamar, como ha hecho, que actúe "la Guardia Civil y la legión". La cabra no hace falta. Algunos ya están como una.