Sor Lucía Caram es una mujer comprometida. La monja dominica está en el frente de la Fundació Convent de Santa Clara, que en mayo organizó la gala SopArt para recaudar fondos para luchar contra la pobreza infantil. Y ahora también hace campaña a favor de las personas refugiadas del Open Arms.

@sorluciacaram

Los migrantes que están en el barco de la ONG catalana Proactiva Opem Arms llevan más de dos semanas esperando poder desembarcar en algún puerto seguro de Europa. La respuesta de los gobiernos europeos, nula. Los principales dirigentes del continente les dan la espalda y la religiosa argentina lo denuncia públicamente: "¿Qué diferencia hay entre los campos de exterminio y la imposibilidad de desembarcar a los refugiados del Open Arms? ¿Qué diferencia hay entre Hitler, Salvini y los gobiernos europeos?", pregunta Caram.

Las palabras que Sor Lucía ha escrito en Twitter han hecho enfurecer a Hermann Terstch. El eurodiputado de Vox escupe su ira contra la monja y le dedica todo un listado de insultos que dicen mucho de su valía como diputado: "Monja diabólica", "repugnante personaje", "mentirosa e idiota"... incluso se atreve a considerar a la religiosa como "un obsceno insulto a la inteligencia, a los católicos y a España". Si se muerde la lengua, se envenena.

Lucía Caram ha esquivado los ataques del dirigente ultra porque tiene clarísima una cosa: no ofende quién quiere sino quién puede. Y Hermann Tertsch no ofende ni la inteligencia.