El Mundial de Catar ya ha empezado y la cosa promete: tiene todos los boletos para convertirse, de largo, en el peor de la historia. Había nacido marcado por la elección del país árabe, donde el concepto de derechos humanos no tiene nada que ver con los estándares internacionales. Una evidencia menor para la FIFA, que ha puesto el mundo del fútbol patas arriba a fin de que el emir Al Thani organizara la competición a golpe de petrodólares. Todo le iba bien. El problema ha llegado con el primer día de la cita. Catar no está a la altura. Ni organizativa, ni futbolística, ni socialmente. El espectáculo del país anfitrión contra Ecuador es una muestra irrefutable, por muchos discursos de Morgan Freeman que le pongas a la receta.
La realidad, sin embargo, es que hasta el 18 de diciembre tendremos Catar hasta la sopa. Y fútbol, claro, porque no olvidemos que está en juego la Copa del Mundo, y eso también despierta pasiones. En Argentina por ser la última oportunidad de Messi. En Francia por repetir la corona de Rusia 2018. Brasil por romper con la maldición que los persigue desde 2002. Alemania quiere resurgir, Inglaterra desesperada, España... España sueña con Sudáfrica y el 2010, claro. Bueno, una parte de los aficionados, quizás una enorme. Pero ni mucho menos toda ella. Entre los seguidores de la Roja hay infiltrados y alborotadores, haciendo un símil con una manifestación movidita. Dicho de otra manera: gente que querría que su España no ganara para hacerle la puñeta al entrenador. A Luis Enrique Martínez. Lo detestan. Y lo que más les escuece es que el asturiano, mito del Barça, pasa de ellos y los pone en su sitio. Lucho es mucho Lucho.
Alfredo Duro, tertuliano de 'El Chiringuito' detesta a Luis Enrique Martínez
La tropa anti-Luis Enrique tiene un denominador común muy extendido: su club favorito es el Real Madrid. No falla. El entrenador de Gijón tiene pasado blanco, equipo que dejó para marcharse al Barça y empezar su leyenda en el Camp Nou. Imperdonable, claro. Y perturbador, porque pasan el día maquinando contra él. De todas las maneras posibles. También en la profesión periodística, o mejor dicho: los profesionales del entretenimiento mediático y leñero del fútbol, algunos de los cuales trabajan en 'El Chiringuito'. Alfredo Duro, por ejemplo. Autor de ocurrencias de todo tipo, rallando el surrealismo (si es que no lo traspasa con creces), hater incansable... ¿Una muestra? Un tuit de hace unos pocos días, mezclando Luis Enrique, España, Catalunya, Madrid... e independentismo. Éste:
Tuit feo y de mal gusto hablando del hijo de Luis Enrique Martínez, Pacho
Este texto puede tener gracia, o no, pero no traspasa líneas como las que acaba de cruzar Alfredo con un nuevo ataque al seleccionador. Lo hace a raíz de una de las noticias e iniciativas que, sin dudas, será una de los más positivas de todo el Mundial, como ver a Luis Enrique convertido en streamer. Cada día charla con los internautas y responde a sus preguntas, un éxito. Y una amargura para gente como Duro, por lo visto. Está triunfando y eso le pesa. Por lo tanto, en vez de callar, grita más fuerte y enseña su peor cara, la del mal gusto. No sólo crítica a Luis Enrique, también a su familia. No habla de Sira, pareja de Ferran Torres, ahora lo hace de Pacho por ayudarle en las retransmisiones en Twitch: "Se ha montado la historia esta de los streaming para darle publicidad a su hijo. Un tal Pacho". No hace falta decir nada más. Alfredo con mala idea. La familia de Lucho no se toca, punto final. La red lo trincha, por supuesto.
Tener un altavoz tan potente para decir estas cosas. Triste.