Si algo bueno tendrá el Mundial de Catar será, sin duda, la eclosión de la faceta streamer del seleccionador, Luis Enrique Martínez. El canal de Twitch que abrió hace unos días está arrasando, y metiéndose a los aficionados y al público en general en el bolsillo. Bien, evidentemente no a todos, siempre tiene que haber notas discordantes. También aquellos que dicen no a todo, los que desprenden negatividad y rencor en cada comentario. Eso ha pasado siempre, en todos los ámbitos de la vida. Si alguien destaca, molesta. Sin embargo en la era de las redes sociales, esta sitaución ha llegado a la máxima expresión. Pero no porque hagan ruido tendrán razón, ni mucho menos. Sólo quedan retratados de una manera más global, más visible. Ya se apañarán.
El entrenador asturiano y mito del F.C.Barcelona despierta antipatías en un sector muy determinado del fútbol y de la sociedad. Lo sabemos. Y lo sufrimos. El primero, de hecho, es él mismo. Incluso con el tema más delicado y sensible, tuvo que soportar comportamientos y mensajes abyectos e inhumanos. Hablamos de la tragedia de su hija Xana, que murió con 9 años víctima de un cáncer. La lucha contra la enfermedad y a favor de la vida de la pequeña hizo que abandonara su trabajo en el combinado español. Nadie osó explicar estos motivos por deseo de los afectados, excepto aquellos que hurgaronen su intimidad. No los describiremos porque lo hacen ellos solitos. Los nombres los sonarán, Alfonso Rojo (ex de Ana Rosa Quintana) y Miguel Ángel Rodríguez (ex jefe de prensa de Aznar y actual guía espiritual de Ayuso).
La familia de Luis Enrique nunca olvidará a Xana
Xana descansó de su sufrimiento a finales de verano de 2019. Las declaraciones del de Gijón al volver a la selección, a su antiguo trabajo, fueron un ejemplo, una lección de humanidad, un homenaje. Impresionante. Tres años después, Luis Enrique, su mujer Elena Cullell, y sus hijos Sira y Pacho Martínez se han sobrepuesto a una pérdida irreparable, pero sin olvidarla ni un segundo. Está muy presente en su día a día, cómo no iba a ser así. También en Catar, claro. Y ha querido compartir este recuerdo con todos los que siguen sus directos, que son legión. Conmovió enseñando imágenes familiares de un viaje a Costa Rica en 2016, aprovechando que es el rival de España en el debut mundialista.
Luis Enrique conmueve enseñando recuerdos familiares en los que la niña fue protagonista
Xana tuvo mucho protagonismo durante este fragmento tan emotivo. Una imagen de la niña bajando por una tirolina, feliz, aventurera, disfrutando de la vida: "Mirad que valiente. Es el año 2016, tenía siete añitos, la primera con una sonrisa siempre". No había que decir mucho más, tampoco lo hizo. El corazón de muchos aficionados se encogió, poniéndonos en su piel. En la de su madre, hermanos, abuelos, tíos, familiares, amigos... Qué momento. Vale la pena verlo.
El fútbol puede emocionar, puede hacernos gritar, enfadarnos, saltar de alegría. Pero la vida... la vida es magia. Con su dolor, su felicidad, su catársis. Luis Enrique, gracias por tanto.