Luis Enrique es uno de los personajes con más controversia en el mundo del fútbol. Mientras que unos lo sitúan entre los mejores entrenadores de la última década, otros lo ven como un técnico que tan solo busca la confrontación. Su paso por el Fútbol Club Barcelona dejó un recuerdo fantástico aquí en Barcelona. Todos los culés pudieron disfrutar de conseguir, de nuevo, el triplete, el cual volvió a situar al conjunto culé en el podio de todas las clasificaciones. Asturiano, arrogante y auténtico, ahora es entrenador del PSG. Su paso como jugador del Barça y el Real Madrid define perfectamente su fuerte carácter. Poca gente podría aguantar las críticas de este cambio. Además, su mal genio lo ha hecho tener innumerables enganchones con la prensa, con quien aseguró que se bajaría la mitad del sueldo para no volver a hablar con ellos.
Hace pocos días sacó un documental que narraba una temporada suya como técnico del conjunto francés. El titular lo dice todo: "No tenéis ni puta idea". Obviamente, de fútbol, no sabemos tanto como él, pero dominamos otros temas más importantes que eso. Durante los primeros episodios se dejó ver jugando contra el Barça en la última temporada en la Champions, algunas declaraciones sobre su rival han encendido a muchos aficionados azulgranas. Otro clip que se viralizó mucho es su discurso con Mbappé, con cara de loco, comparándolo con Michael Jordan. Realmente, se encuentra sobre la línea de la locura y la genialidad. Luis Enrique es así, lo odias o lo amas, no hay punto intermedio. El último episodio ha roto la barrera de esta fragmentación y ha encogido el corazón a todos los espectadores, tengan la opinión que tengan sobre su persona.
Luis Enrique se abrió en canal al ser preguntado por su hija Xana, que murió con nueve años por culpa de un osteosarcoma. El episodio fue el más duro de la vida de Luis Enrique y en su despido prometió que la recordarían cada día de sus vidas. Como lo demostró en el documental, obviamente, todavía lo sigue haciendo y sus palabras cuando se refiere a ella emocionan a todo aquel que las escucha. "¿Yo me puedo considerar afortunado o desgraciado? Y yo me considero afortunado. Muy afortunado. Mi hija vino a vivir con nosotros nueve años maravillosos. Tenemos mil recuerdo de ella, vídeos, cosas increíbles...". Las palabras de Luis Enrique hacen llorar. El entrenador, fantástico, recuerda una anécdota con su madre que, en un principio, no quería tener fotos de Xana: "Mamá, tienes que poner a Xana. Xana está viva. En el plano físico no está, pero en el plano espiritual está porque cada día hablamos de ella y nos reímos, y recordamos...".
Luis Enrique piensa que Xana todavía los ve y se imagina cómo quiere que ella se piense que están. La historia de la familia de Luis Enrique con su hija hace caer la lagrimita incluso al menos sentimental de todos. Nosotros aplaudimos su valentía y su forma de ver la vida. Luis Enrique ha demostrado ser un fantástico entrenador, pero también una excelente persona. Su papel como padre es respetado por todo el mundo que ha tenido la oportunidad de ver el documental. Después de su historia fundó uno la Fundación Xana para ofrecer apoyo y acompañamiento a las familias con niños, niñas y jóvenes que sufren enfermedades graves.
A nosotros nos gusta Luis Enrique, porque nos encantan las personas que ponen un poco de salsa en esta vida. Sus declaraciones nos han enternecido el corazón. El asturiano es fantástico enseñando fútbol y dando consejos de vida.