Hay dos Mundiales. Uno, el que se juega cada día en Qatar, donde las diferentes selecciones favoritas a conseguir el título van tomando posiciones. Francia, Brasil y Portugal ya están clasificadas para los octavos de final, mientras la selección española de Luis Enrique sigue con paso firme y tiene todos los números para avanzar ronda, a la espera de lo que pase en el tercer partido de la fase de grupos, el jueves contra Japón. Y el otro Mundial es el que se está jugando en la concentración de la Roja, concretamente, en el despacho del técnico asturiano. Porque es maravilloso asistir a sus sesiones de streaming donde el entrenador español hace las delicias de sus fans... y de sus detractores. Todo naturalidad, mucho cachondeo y socarronería, y el estilo directo que lo caracteriza. Un show constante cada vez que Luis Enrique se pone delante de la cámara para responder todas las preguntas de los que se conectan o cuando hace coña sobre todo lo que le plantean.
¿Que le recuerdan aquello de Luis Enrique, tu padre es Amunike? Pues él le da la vuelta, se cachondea y envía un saludo "a Emmanuel Amunike, un gran compañero, un amigo, al que le deseo lo mejor. Hace mucho que no le veo pero le tengo muy presente y encantado de que me lo recordéis".
O que su prolongación en los terrenos de juego es Ferran Torres, su yerno, "que si no, me coge mi hija y me corta la cabeza":
Cada nueva sesión es esperada como agua de mayo por sus fans. Luis Enrique, desatado y a vuelapluma. Allí, delante del ordenador, el técnico de la Roja no se muerde la lengua y dice y hace lo que le sale del moño, como siempre ha hecho. ¿Qué quiere salir al lado de uno de sus ayudantes? Lo hace. ¿Que quiere mostrar a sus hijos Pacho y Sira? También. Como acaba de pasar. Él, un año mayor que su hermana, es mucho más desconocido por el gran público que la jinete. Sira, gran amante de las redes, tiene muchos seguidores en Instagram, donde a menudo regala imágenes maravillosas al lado de su pareja Ferran Torres, dos jóvenes guapos, exitosos y enamoradísimos el uno del otro. Pero de Pacho no tenemos tantas imágenes. Por eso, los fans han aplaudido con las orejas una publicación en el Stories del seleccionador español. ¿Qué se ve? A los dos hermanos Martínez el uno al lado del otro, sonrientes, guapísimos y muy parecidos, en el puesto de trabajo de su padre cuando se pone a hacer de streamer. Una imagen sensacional al lado de una amiga:
Pacho, de 23 años, es un gran aficionado al fútbol, al surf y al esquí acuático con tabla. Estudia Auditoría y Gestión Financiera en la UPF Barcelona School of Management y tiene mucha complicidad con su querida hermana pequeña Sira y con sus padres, como lo demuestran otras imágenes maravillosas juntos o con su madre Elena Cullell, en su cuenta de Instagram.
Pacho y Sira, igual de guapos, igual de sonrientes, igual de orgullosos de su padre.