La eliminación de España en el mundial de Catar ha sido también el final de una etapa: la de Luis Enrique Martínez como seleccionador. Una excelente noticia para todos los haters del asturiano, que solo por ver cómo rodaba su cabeza celebraron la desastrosa tanda de penaltis contra Marruecos en octavos de final. Que el equipo volviera a casita era un peaje que estaban dispuestos a pagar porque así podían justificar su descomunal torrente de odio y animadversión, llegando a extremos grotescos y lamentables. Ahora es el turno de Luis De la Fuente, al que ya hacen la pelota, saludándolo como el mesías. Veremos, claro, cuándo tardan en destrozarlo. Porque pasará. No lo duden.

En todo caso, la tropa antiLucho no se ha ahorrado un último repaso por parte del mito azulgrana. No es un hombre al que dejes con la palabra en la boca, ni mucho menos. Conocemos su carácter, su valentía y humanidad, también su contundencia. Todo aquello que ha ido demostrando durante la cita mundialista a través de su canal de Twitch. La faceta de streamer del seleccionador nos ha ofrecido la mejor versión de Luis Enrique, sin filtros. Abriendo su corazón a los seguidores y poniendo en su lugar a los habitantes de la caverna. Genial. Con el mundial también se acaba esta aventura, cuando menos de momento. Pero eso sí, nos ha regalado un último episodio magnífico, entrevistado por el número 1 de los streamers a nivel mundial: Ibai Llanos. Una charla que vale mucho la pena.

Luis Enrique con Ibai Llanos / Twitch

Juan Antonio Alcalá y Juanma Castaño, de la COPE, responsables de uno de los ataques más indignos contra Luis Enrique

Y vale la pena por una sencilla razón: porque nos permite comprobar que el de Gijón es un tipo único, irrepetible. Habla tan claro de que da gusto. Eso que tanto mal hace entre un sector muy amplio de la prensa deportiva, ejecutores de campañas de desprestigio e intoxicación aberrantes, especialmente durante las últimas semanas. Desde que anunciara la lista de convocados para Catar los ataques han sido múltiples. Y como veían que no lo doblegaban, elevaban el tono hasta la mentira y la manipulación descarada. Por ejemplo, en la Cadena COPE. La radio de los obispos españoles ha sido un ariete vergonzante. Desde atacarlo por hablar de su hija fallecida por cáncer a hacer un corta-pega con sus declaraciones para colar infundios entre sus oyentes. Aquí hay dos nombres que destacan: Juan Antonio Alcalá, conocido pirómano, y su superior: el presentador Juanma Castaño. Este último tuvo que pedir perdón por las tejemanejes de su subordinado.

Juanma Castaño y Juan Antonio Alcalá / COPE

El sopapo final de Luis Enrique a Juanma Castaño, de traca

Si bien Castaño no ha sido el más incendiario contra Lucho, es responsable de la ofensa. Y un sencillo "pido perdón" parece una fórmula demasiado superficial para salvar su nombre. De hecho, hace dudar si es real o una impostura de cara a la galería y a limpiar su conciencia. El propio Luis Enrique comparte su opinión, que de hecho es la más relevante de todas. No se lo cree. Atención al sopapo del ex técnico de la selección, es demoledora. "Un hostión", dicen las redes. "Si ha pedido perdón porque lo siente, fantástico, no tengo nada que perdonar. Pero yo creo que los han pillado y por eso pide perdón".

En el pecado llevarán la penitencia. Nunca encontrarán a alguien como Luis Enrique. Ya llorarán. Y chillarán. El matadero mediático espera a la siguiente víctima.