El momento emotivo del retorno de Luis Enrique a la selección española ha sido cuando ha abordado el drama que lo hizo terminar temporalmente su trabajo: la enfermedad y muerte de su hija Xana, de 9 anys. En la rueda de prensa ha dado una lección de cómo abordar una pérdida de esta naturaleza, devastadora. El vídeo se tendría que mostrar a las familias que están sufriendo un luto:
Luis Enrique con el corazón en la mano. Silencio absoluto en la sala de prensa: "Tenía ganas de volver a recuperar la vida y volver a hacer lo que más me gusta, relacionarme con el fútbol, y demostrar a mi familia que la vida continúa. Se ha ido hablando, masticando. En esto de la muerte hemos leído sobre el duelo. Por desgracia todos lo vamos a vivir pero no por el orden que me ha tocado a mí. Hay mucho tabú y miedo".
El exjugador del Barça sigue: "Tenía ganas de volver a recuperar la vida y volver a hacer lo que más me gusta, relacionarme con el fútbol, y demostrar a mi familia que la vida continúa. Se ha ido hablando, masticando. En esto de la muerte hemos leído sobre el duelo. Por desgracia todos lo vamos a vivir pero no por el orden que me ha tocado a mí. Hay mucho tabú y miedo".
¿Qué ha hecho al seleccionador asturiano? "Un tiempo que pasé viendo mucho fútbol, mucho ciclismo, e intentando estar mucho tiempo con mi familia". La red adora a este hombre:
Te puede gustar más o menos como entrenador, sus ruedas de prensa o sus modales, pero la integridad moral de Lucho es increible y admirable.
— Quim Riera (@qrierag) 27 de noviembre de 2019
Vaya huevazos.
— Carlos CM (@PiticIin) 27 de noviembre de 2019
Palabras para enmarcar.
— MiLam (@Lampre_8) 27 de noviembre de 2019
Grande como entrenador, pero mucho más grande como persona
— El PiKy Ese (@piky_Yeeh) 27 de noviembre de 2019
Ánimo lucho❤️
— Tomeu Estarellaaas (@t_estarellas6) 27 de noviembre de 2019
Luis Enrique llevaba el dorsal 21 al hombro. Como jugador, entrenador, señor y padre es un diez. Que España lo gane todo. Por él y su familia.