Lo han vuelto a hacer. Este equipo no tiene límites. Lo que han conseguido estas jugadoras es histórico, no solo a nivel deportivo, sino también a nivel social. Ver Bilbao lleno de culés, la inmensa mayoría luciendo orgullosas camisetas de Alexia, Aitana, Mapi y compañía, no tiene precio. La tercera Champions conseguida en San Mamés por las futbolistas azulgranas volvió a emocionar a los culés. Lágrimas en los ojos con los goles de las dos mejores jugadoras del planeta y con todas las celebraciones que se vivieron en el césped, en el vestuario, en la grada y en las casas de cada aficionado. La victoria en la final, un 2 a 0 incontestable, con un juego maravilloso de las de Jonatan Giráldez contra el Olympique de Lyon, la bestia negra hasta ahora, ha sido elogiada por todo el mundo, que de manera definitiva ha dictado sentencia: el Barça es el nuevo referente en el fútbol mundial femenino. Llevar 50.000 aficionados a la final es absolutamente histórico. Como el póker de títulos en una misma temporada.
El estadio del Athletic Club, así como las calles de Bilbao, teñidas de azulgrana y llenas de aficionados del Barça. Y en eñ palco de San Mamés, una considerable representación institucional, con Joan Laporta al frente. Pero hubo muchos más VIPS viendo la final. Evidentemente, el máximo mandatario de la UEFA, Aleksander Ceferin, y la ministra española de Educación y Deportes, Pilar Alegría. En la fila de atrás, algunos miembros del máximo organismo del fútbol europeo. Todos disfrutando del espectáculo... menos uno. ¿Quién había también?... Luis Figo, consejero de la UEFA desde el 2017, que parecía un infiltrado merengue, y que hacía cara de preferir estar en el Santiago Bernabéu viendo el último partido de Liga del Madrid contra el Betis, en la despedida de Toni Kroos. El portugués, despatarrado y encadenando un bostezo tras otro, no ha tenido más remedio que ver cómo el Barça conseguía su tercera Champions de la historia. Pero después de ver esta imagen, lo han dejado a la altura del betún. ¿Quizás le aburría el partido? Dos piedras:
Esperemos que después del partido, fuera a dormir, todo triste por la victoria del Barça, y que tuviera profundas pesadillas, viendo cómo Alexia levantaba la copa.