Luis del Olmo cumplirá 87 años en pocos días y sigue aceptando invitaciones allí donde lo invitan. El locutor, célebre por sus comidas del Botillo donde otorgaba los premios Protagonistas va de gala en gala, de los Ondas a la Antena de Oro, del brazo de su mujer, la también incombustible Mercedes González. Del Olmo vive en Barcelona desde hace décadas. Y ahora, retirado de la radio, lo último que hizo fue leer poesía al programa Hora punta del desaparecido Javier Cárdenas, duró poco. Leía fragmentos de Las nanas de la cebolla y Cárdenas no entendía nada y decía a su equipo: "¡Que no recite eso que rima con polla!". La anécdota es literalmente así. Del Olmo se retiró de los medios. El pasado miércoles el exlíder de la radio española apareció en el Liceo por la Gala de los Ondas y su aspecto había cambiado, más delgado de lo habitual, envejecido:
Sigue teniendo el ademán aristocrático como de marqués arruinado. En su caso literalmente. A los 86 años vive un retiro con menos dinero del que ha ganado. Lo estafó su hombre de confianza, Rogelio Rangel, encarcelado tras robarle 14 millones de euros. Le hacía de gestor y lo engañó. Del Olmo sigue agradecido a la vida y aceptó ir el sábado a Madrid a otro acto de entrega de premios de comunicación. La Antena de Oro, pero finalmente no pudo asistir porque a las 7 de la mañana cayó en la bañera de su casa y se rompió el tobillo o el pie. Acabó en el hospital. Su mujer llamó a los premios disculpando su ausencia.
Según la revista Hola "El gran amor de su vida es Mercedes González, a la que cariñosamente llama Merche. Aunque su matrimonio siempre ha sido muy discreto ella siempre ha sido su apoyo incondicional y guía. “No me muevo sin ella. Tuve la fortuna de encontrarla en el camino y que sea mi compañera de vida. Me hace feliz constantemente. Llevamos 50 años casados y doy gracias a Dios de estar con ella”. Fruto de su relación, nacieron sus tres hijos: Luis, Jorge y Enrique, que también le han hecho el gran regalo de convertirlo en un orgulloso abuelo de 14 nietos".
Del Olmo es el más veterano de los Carlos Alsina, Pepa Bueno, Carlos Herrera o Iñaki Gabilondo. Ha sentido la muerte de cerca, cuando ETA lo quería matar o cuando tuvo un accidente de coche. Pasó hace 4 años y lo explicaba él mismo a Pilar Eyre "todavía lívido, cogiéndome fuerte del brazo". En Galicia con su mujer: "Diez minutos antes de llegar al aeropuerto nos hemos metido en el meollo de la tormenta, el coche iba de lado a lado, fueron 10 km interminables a ciegas, era una cortina de agua tupida y un viento huracanado que quería volcar el coche, ¡rezábamos!, ¡no ocurrió nada de milagro!”. Ni ETA ni las tormentas ni una bañera podrán con Luis del Olmo.