El show Luis Rubiales no está muerto, solo está de parranda. Después de que la FIFA inhabilitara al presidente de la Federación española de fútbol, a raíz de su comportamiento inadmisible y machista con la futbolista Jennifer Hermoso y de su esperpéntica comparecencia en la asamblea del pasado viernes, el caso parecía visto para sentencia. Rubiales, fuera. Ahora solo quedaba esperar la inhabilitación del exfutbolista, clavando los últimos clavos de su carrera federativa. El hombre, sin embargo, se subleva contra su futuro. Y está dispuesto a todo para conseguirlo. Bueno, quizás eso no es del todo exacto. Lo intenta.
La última pirueta de Rubiales es puro Berlanga: su madre se ha atrincherado en una iglesia de Motril, la ciudad donde vive toda la familia, y ha declarado que comienza una huelga de hambre hasta que Jenni Hermoso "diga la verdad". En línea con el argumentario de su hijo, asegura que hay una "cacería inhumana y sangrienta" contra él. La técnica de sacrificar a las mujeres de su clan no es nueva para Rubiales, experto en la materia. Primero había utilizado a sus hijas, como cuándo suplicó a Hermoso que lo disculpara públicamente por el beso, "hazlo por mis hijas, puesto está en juego". O todavía más descaradamente, cuando las aludía directamente en la asamblea y las cámaras enfocaban a una de ellas llorando emocionada después de que dijera "el falso feminismo es una gran lacra en este país". Unas criaturas que alababa por inteligencia, compromiso, por reivindicativas y luchadoras en un programa con Risto Mejide, el pasado mes de marzo. Pues bien, ahora la abuela sale a escena.
Ángeles Béjar, madre de Luis Rubiales, peluquera, devota y atrincherada
Ángeles, peluquera en la localidad de Granada y fervorosa devota cristiana, ha esperado a que el cura de los Capuchinos se marchara de la parroquia para ocuparla. La esposa de Luis Rubiales padre, exalcalde socialista de Motril e imputado por el escándalo de los ERE como delegado de empleo de la Junta de Andalucía, asegura que no se irá hasta que no se haga justicia. Resulta curiosa la maniobra, no solo por lo estrafalario y surrealista de la escena, sino porque la señora coge el testigo de su hijo para apelar a la jugadora madrileña. ¿Por qué? Fácil. Porque la FIFA ha prohibido expresamente a Luis tener ningún tipo de contacto con Jenni, ni tan solo intentarlo. Que la imposición venga de la FIFA no es un detalle menor, Rubiales se la juega en Suiza. Puede ser su sentencia de muerte en su lucrativa carrera federativa.
La madre de Rubiales, en huelga de hambre
— Hablando Claro (@HablandoTVE) Augusto 28, 2023
Ángeles Bejar se ha encerrado en una iglesia de Motril para protestar contra "la cacería" que sufre su hijo. Pide justicia.
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Luis Rubiales sacrifica a las mujeres de la familia en su guerra contra Jenni Hermoso
Mientras la señora se encerraba en la iglesia, más familiares de Luis daban la cara en los medios de comunicación. El programa 'Hablando Claro' de TVE recogía declaraciones de una prima, Vanessa, en línea con la estrategia conjunta. El victimismo alucinante, por ejemplo:"Esto ha sido un acoso y derribo. Ángeles se ha refugiado en Dios. Su familia estamos sufriendo muchísimo por él. Se le está juzgando antes de tiempo y no nos parece normal. Ángeles se encuentra mal, es una mujer mayor, delicada de salud. Está todo el día llorando, sin comer. Y Luis es una bellísima persona. Si esta mujer (la Jenni) se sentía acosada desde el primer momento, que hubiera ido a donde tenía que ir. Porque ha cambiado de versión tres veces", ha asegurado sin despeinarse. Triple salto mortal con tirabuzón.
Comparece Vanessa, prima de Luis Rubiales, desde la iglesia donde se ha encerrado la madre de Rubiales para iniciar una huelga de hambre: "Queremos que se haga justicia y que esta mujer diga la verdad. Jenni, queremos que digas la verdad".https://t.co/CMTUIGWVud pic.twitter.com/PuYDmMMYpz
— RTVE (@rtve) Augusto 28, 2023
El circo no para. Veremos si Ángeles sigue adelante con la huelga de hambre, o si en un ramalazo de lucidez se va a casa. Lo que parece seguro, sin embargo, es que no será por indicación o recomendación de Luis Rubiales, a quien parece que todo le importa un rábano. Todo.... y todas.