Lydia Lozano tiene la mejor definición que se ha hecho nunca de un tertuliano de Sálvame: "Es un género en ella misma". Lo dijo quién más sabe, el domador del circo Jorge Javier Vázquez. Ahora la fiera Lydia está desbocada por unas fotografías de vacaciones en el mar muy desfavorecedoras. Se queja de que los fotógrafos la pillen bañándose con gafas de sol en la mano. "Ay, si llevo las gafas puestas". Lydia se hace mayor, a punto de los 60 años.
Pero los paparazzis no la dejarán tranquila, porque es un género en ella misma. Su madre tiene 91 años y toma tranquilizantes cuando ve a su hija sufrir en la TV: "Mi madre con 91 años se tuvo que tomar un lexatin, con el daño que hago a mi familia, con el daño que ya le hice, no compensa... Yo tendría que estar loca para que valieran la pena estas noches sin dormir". Es el precio de la carnicería de Sálvame: trocean a sus tertulianos y las familias sufren. Esta es la anciana madre de Lydia Lozano en plena pandemia saliente en pasear con la hija:
La pobre mujer todavía tiene fuerzas de mirar cómo Sálvame destroza a su hija a cambio de unos puntos de share. Es el juego de Telecinco: los tertulianos se vuelven famosos por llenar una parrilla entera de vicisitudes, llantos y dramas. Lydia Lozano no tiene hijos con Charly, su conocido marido, pero dedica tiempo a cuidar de su madre. Pasea sin mascarilla para que no se ahogue. Ella que es persona de riesgo y se apoya en un bastón. La mujer que la ayuda anda unos pasos atrás:
Lydia Lozano no puede negar una realidad: es hija de su madre. La tuvo tarde para su época, se llevan 31 años, pero son iguales. En Telecinco no tienen límites en el reality de Sálvame. Veremos a la madre de Lydia Lozano en el plató enganchada a los cables de un polígrafo. Telecinco sí es un género en ella misma.